El lunes 26 de septiembre se cumplieron veintiún años de la trágica muerte de Francisco Rivera Paquirri en la plaza de toros de Pozoblanco (Córdoba) como consecuencia de la cornada sufrida por el toro Avispado de la ganadería de Sayalero y Bandrés. Paquirri ocupó siempre uno de los primeros puestos del escalafón taurino y fue uno de los diestros más cotizados de su época.
Su enorme valor, su gran pundonor, unido a su ejemplar dominio de todos los tercios de la lidia, su magistral técnica y sus ganas de contentar siempre al máximo al respetable, eran las principales cualidades de este malogrado torero .
Su muerte provocó también un distanciamiento en su familia, divida entre su viuda y su hijo menor, Francisco, sus hermanos y su padre , la familia Rivera y sus dos hijos mayores, Fran y Cayetano, hoy toreros los dos y representados entonces por su madre; Carmen Ordóñez. Tres años tardaron los albaceas a llegar a un acuerdo con las tres partes y 21 años después aún las heridas causadas siguen sin cicatrizar. Sus tres hijso sí han retomado la realción, aunque no el resto de familiares y prueba de ellos es que después de 21 años cada familia sigue rindiendo homenaje a la memoria de Paquirri por separado. Tres cruces blancas de claveles, como cada año, llegaron por separado al cementerio de Sevilla a los pies del mausoleo que Isabel Pantoja construyó , obra del escultor Victor Ochoa como homenaje a su marido.
Por un lado Fran y Cayetano, por otro ,Tu padre y hermanos y la tercera Tu esposa e hijo
TELECORAZON