Vuelan tres puntos importantísimos del Pizjuán en un encuentro en el que el Sevilla no mereció tanto castigo. Osasuna se llevó el premio máximo tras hacer su partido y aprovechar una de las pocas ocasiones que tuvo por mediación de un inapelable cabezazo de Milosevic en una jugada iniciada en fuera de juego por David López.
A los de Nervión les faltó mecha arriba, cosa que acabó pasando factura, y sobre todo faltó un poco más de concentración para meterse en un choque que los navarros supieron cortar con maestría, ayudados en muchas ocasiones por el colegiado, un clásico en estos choques, Pérez Lasa, que permitió más de una vez las continuas perdidas de tiempo del conjunto rojillo, cargó de tarjetas a los de Nervión y acabó con la paciencia de todos los que sienten en sevillista. No hay que culpar al árbitro de todo, pues si el Sevilla no arrancó un empate se debió a que no estuvo fino para materializar tres claras ocasiones (dos de Maresca, de cabeza, y una de Navas), ni tampoco encontró nunca las bandas para hacer daño al rival, pero no cabe duda de que el árbitro también puso de su parte para desquiciar a los locales.
El Sevilla sale mal parado de un envite fundamental para meterse de lleno en puestos de Liga de Campeones. Los locales repetían alineación con respecto a la pasada jornada, buscando prolongar el estado de gracia del equipo. No obstante, en frente no estaba esta noche un equipo abierto como el Villarreal, sino un Osasuna muy bien armado atrás que fiel a su estilo planteó un encuentro con numerosas interrupciones y con un juego excesivamente trabado que acabó estrangulando a los andaluces.
No obstante, la cosa no empezó mal. En el minuto 5 Luis Fabiano tuvo una muy buena ocasión para marcar, al malograr un remate dentro del área cuando estaba en inmejorable posición para hacer gol. Ese fue el mayor acercamiento en la primera parte. El Sevilla ponía ganas pero no llegaba verdadero peligro. Quizás el conjunto local lo intentaba demasiado por el centro y con tiros lejanos, que quedaban en nada. Con la sensación de querer y no poder se llegó al descanso.
En la reanudación poco cambiaron las cosas. El Osasuna sólo se preocupaba de cortar el juego sevillista y enfriar el choque, esperando que llegara su oportunidad. Los nervionenses seguían intentándolo por el centro y por allí llegó una muy buena oportunidad para desequilibrar la contienda. Fue en el minuto 7 cuando Jesús Navas se quedó solo ante Ricardo y cruzó en exceso al palo largo un remate que se fue por muy poco. Los navarros contestaban cinco minutos después con una peligrosa vaselina de Romeo. Tres minutos más tarde llegó el tanto rojillo. Milosevic, libre de marca en el segundo palo, mandó a la red un centro desde la derecha.
Sin duda, el tanto visitante fue un auténtico mazazo para el Sevilla. Si antes había poco fútbol, ahora directamente no había nada. El Osasuna paraba con cada vez más intensidad el choque, perdiendo tiempo a la primera de cambio con la complicidad de Pérez Lasa, que no hacía nada para remediarlo. Sin embargo, siguieron llegando ocasiones, las dos por parte de Maresca. Primero el italiano remató a las manos de Ricardo inocentemente dentro del área una buena dejada de Kanouté. Después volvió a cabecear, todavía en mejor posición, un centro desde la derecha, que acabó yéndose por muy poco. El cambio de Kepa por Daniel, que se retiró tocado, fue el último de intento por revertir la adversa situación.
Entre medio de estas jugadas, otra polémica. Saviola, que instantes antes había sustituido a Luis Fabiano, vio como un disparo que conectó desde fuera del área, era interceptado con la mano de un defensor osasunista, cometiendo el jugador navarro un claro penalti. A pesar de que Pérez Lasa estaba muy cerca, otra vez no pasó nada y para colmo Martí vio amarilla por protestar. Ese fue el inicio de un baile de tarjetas absurdo que culminó con la expulsión de David con roja directa en pleno descuento, que por cierto, incomprensiblemente no duró ni cuatro minutos.
Esa fue la cruda historia de un partido que no se portó en exceso bien con los locales. No fue la mejor noche del Sevilla, pero lo cierto es que en frente tuvo un rival muy bien puesto en el campo, prácticamente infranqueable, así como a un señor de negro que lo cargó de tarjetas difíciles de explicar, les privó de un penalti a favor y concedió un gol ilegal al rival. El Osasuna dio un ejemplo de eficacia y Milosevic supo marcar cuando le tocó. En cambio, a los sevillistas esta vez se les atascaron las balas, a pesar de que el equipo dio la cara hasta el final con una actitud irreprochable. Faltó gol y sobró influencia arbitral, así de simple.
Ficha técnica:
Sevilla FC: Palop; Daniel (Kepa, 68), Javi Navarro (Jesuli, 88), Dragutinovic, David; Jesús Navas, Martí, Maresca, Adriano; Kanouté y Luis Fabiano (Saviola, 56).
Osasuna: Ricardo; Javier Flaño, Josetxo, Cuéllar, Clavero; Moha (David López, 58), Puñal, Raúl García, Delporte; Romeo (Cruchaga, 77) y Milosevic (Muñoz, 87).
Gol: 0- 1: Min. 60, Milosevic.
Árbitro: Miguel Ángel Pérez Lasa, vasco. Amonestó a los locales Javi Navarro, Navas, Martí, Dragutinovic, Kepa, Luis Fabiano y Adriano, y a los visitantes Josetxo, Ricardo, Clavero, Romeo, Moha y Puñal. Expusló con roja directa a David (min. 93).