La policía de Sevilla ha abierto una investigación para tratar de esclarecer los hechos que rodean al misterioso apuñalamiento que sufrió Bernardo Pantoja Martín el pasado Martes 21 de marzo. Aunque en un principio, el hermano de Isabel Pantoja habló de intento de robo, las circunstancias que lo rodean han hecho que se abra una investigación.
Bernardo recibió dos puñaladas sobre las nueve de la mañana en un callejón cercano al bar Manhattan en el que había pasado casi toda la noche, desde el callejón hasta la puerta del bar, que tiene una mirilla y está situado en un pasaje, hay unos cincuenta metros que el hermano de Isabel hizo andando y dejando un reguero de sangre. Posteriormente al no acceder al bar se dirigió hasta el hospital más cercana, a unos cien metros, el hospital Infanta Luisa. Dejó tras de sí un reguero de sangre y tenía las manos sosteniéndose el vientre. Fue visto por algunos vecinos que pensaban que quizás había tomado unas copas de más.
El Miércoles por la mañana en Triana no se hablaba de otra cosa, en comercios, en la calle, aunque la gente, cauta y discreta no quería identificarse al opinar. Pero no fue una sorpresa para nadie:
- era algo que se podía ver venir, por las compañías, y los líos en los que se había metido
Isabel Pantoja había acudido en muchas ocasiones en su ayuda, pero la tomadillera en estos días se encontraba fuera de España. Bernardo contaba ya con antecendentes policiales
Bernardo Pantoja Martín, de 52 años, hermano mayor de la tonadillera Isabel Pantoja, resultó herido grave en la mañana del pasado martes, 21 de marzo, al ser apuñalado en pleno barrio de Triana cuando, según sus propias manifestaciones, salía de un pub y dos individuos intentaronrobarle, a lo que él se resistió. Isabel Pantoja tiene tres hermanos Bernardo, Agustin y Juan.
Las versiones acerca de cómo y el porqué del apuñalamiento están siendo objeto de una intensa investigación. Los vecinos de la zona apuntan a que debió salir - o lo sacaron- hacia las 9 de la mañana del pub Manhattan hasta un pasaje existente entre las calles Febo y Sánchez Arjona, desde donde una vez herido regresó a la puerta del local, dejando un reguero de sangre de unos 200 metros.
Este pasaje de Febo suele ser frecuentado por drogadictos y sirve de incívico urinario callejero, una circunstancia que ha provocado quejas en más de una ocasión. De hecho, las primeras noticias que circularon entre el vecindario fueron que el apuñalado era un drogadicto.
La única versión oficial mantenida durante el martes apuntaba a que un hombre, cuya identidad no se facilitaba, había sido apuñalado a las nueve de la mañana después de que intentaran atracarle a la salida del citado local, en la calle José María Martínez Sánchez Arjona, casi al principio de la calle.
La misma fuente señaló que el herido fue trasladado hasta el cercano Hospital Infanta Luisa, desde el que se le evacuó, dada la etiología de las heridas que presentaba, al Hospital Virgen del Rocío para ser intervenido.
La versión contrasta con la que mantienen los vecinos de la zona, según la cual Bernardo Pantoja, al que identifican con su nombre y apellidos, fue por su propio pie hasta el hospital trianero, donde ya las fuerzas le fallaron. Las primeras versiones apuntaban asimismo a que el herido había recibido dos puñaladas en un hombro, en tanto que según testigos que ambas cuchilladas le afectaron parte del tórax y el abdomen, respectivamente.
Los mismos vecinos de la zona donde se produjo el incidente destacaban la personalidad del herido y la singularidad de las personas con las que solía ser visto por la zona, a algunas de las cuales calificaron abiertamente como «poco recomendables». Además aseguraban que el agredido era conocido por deber cuantiosas sumas de dinero en bastantes establecimientos y de hecho no ha provocado extrañeza entre los que lo conocían. Asimismo ponían énfasis en el lugar de la agresión, en las inmediaciones de un pasaje «por el que a nadie se le ocurre transitar a las nueve de la mañana, ni siquiera para acortar camino, pues lo más fácil es que uno se encuentre con algún drogadicto quemando plata».
El pasaje en cuestión «de unos cuatro o cinco metros» albergó en tiempos varios pequeños negocios e incluso una chatarrería, pero todos los establecimientos están ya cerrados y hacen del lugar una zona «propicia para que te den un susto».
El principal motivo que barajan los propios vecinos es un ajuste de cuentas, dada la compañía con la que solía moverse el agredido y - según reseñaron- «los negocios en los que andaba metido». De la misma manera, los residentes del núcleo de viviendas donde se encuentra el pub Manhattan hicieron un especial hincapié en los horarios del local, que permanece abierto de 3 de la madrugada a 11 horas.
El local en cuestión es frecuentado por todo tipo de gente, entre los que se encuentran prostitutas, «que vienen a conseguir los últimos clientes de la noche» y algunos vendedores de droga. Los vecinos no quieren que se les relaciones con este lugar y de hecho no han puesto denuncias en ningún momento. Sin embargo se quejan del ruido y la presencia de «personas no deseables» a horas en las que suelen ir niños al colegio y se sale para hacer la compra.