Los avances más significativos de la Psiquiatría en los últimos tiempos se enclavan en el campo de la biología, en especial en aquellas materias concernientes a la genética. Así lo asegura Julio Vallejo, jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital de Bellvitge, quien asegura que, no obstante, aún no es posible descubrir cuáles son las causas genéticas específicas. Se conoce que algunas enfermedades mentales tienen un origen biológico, pero aún se desconoce el mecanismo biológico que los desencadena. De todo ello se hablará en el XI Congreso Nacional de Psiquiatría que se celebra en Santiago de Compostela entre el 24 y el 29 de septiembre de 2007 bajo el título Los caminos de la Psiquiatría en el siglo XXI.
A juicio del doctor Julio Vallejo, patologías como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o el TOC, tienen fundamentalmente una naturaleza biológica mientras que el tránsito entre los trastornos de personalidad, la ansiedad generalizada y la depresión neurótica se produce con frecuencia en el seno del espectro neurótico. En consonancia con esto, la clínica en estos casos es fluctuante, en tanto que en las patologías de causa biológica el cuadro clínico es homogéneo, constante y delimitado para cada enfermedad.
En lo que se refiere a los avances de la farmacología, éstos se circunscriben más a afinar los tratamientos ya conocidos hasta la fecha. El gran avance en este campo se concreta en la reducción de los efectos secundarios de la farmacopea utilizada hasta hace poco tiempo y en la ganancia de eficacia, si bien los mecanismos de actuación de los medicamentos apenas han variado.
Subraya Julio Vallejo que las nuevas técnicas de imagen cerebral y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina han reavivado el interés por los trastornos obsesivo compulsivos (TOC), una patología que, según los cálculos, afecta al uno por ciento de la población. Los estudios neurobiológicos con imagen cerebral, por medio de la PET y la RM funcional, y los nuevos tratamientos con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que permiten tratar casos de mala tolerancia a la terapia convencional con clomipramina o prescribir combinaciones de los dos fármacos, han provocado que los psiquiatras de todo el mundo centren su atención en los trastornos obsesivo compulsivos (TOC).