Los escasos estudios epidemiológicos sobre la prevalencia de la patología psiquiátrica en la comunidad gallega no diferencian a ésta de otras poblaciones españolas y europeas. Desde este punto de partida, Mario Páramo, presidente de la Asociación Gallega de Psiquiatría, revisa el estado actual de la psiquiatría gallega para afirmar que los trastornos psiquiátricos que más demanda generan en las unidades de salud mental son los trastornos afectivos (principalmente la depresión) y los cuadros de ansiedad, con una presencia creciente de personas con problemas de adaptación a las excesivas demandas de la sociedad actual. El experto expondrá estos y otros datos en el XI Congreso Nacional de Psiquiatría.
A la hora de perfilar un retrato robot del prototipo de paciente tipo atendido en las unidades de salud mental gallegas, Mario Páramo avanza que se trata de una mujer de mediana edad, frecuentemente ama de casa, con problemas de ansiedad y depresión, numerosos acontecimientos estresantes en su entorno y escasas actividades de ocio y relación social.
En el campo de la estadística, Mario Páramo recuerda que un 9% de la población gallega vive trastornos de ansiedad, mientras que los trastornos afectivos alcanzan a un 6% de este mismo colectivo, lo que explica la prevalencia de estas enfermedades en las consultas de psiquiatría. Por el contrario, subraya el experto, los pacientes afectados por enfermedades psiquiátricas graves, menos frecuentes, como la esquizofrenia (1%) y el trastorno bipolar (2%), son las que ocupan con mayor frecuencia las camas de hospitalización psiquiátrica. A este colectivo hay que sumar el de las personas que padecen trastornos psiquiátricos asociados al alcoholismo y los trastornos de personalidad.
En lo que se refiere a la radiografía de los medios e infraestructuras de la psiquiatría gallega, Mario Páramo asegura que Galicia cuenta con modernos dispositivos asistenciales para atender la demanda de enfermos con patología psiquiátrica, incluyendo unidades especializadas para la atención a trastornos de alimentación, enfermedades y necesidades específicas de pacientes con edad avanzada y población infanto- juvenil o adiciones diversas.
Denuncias
Sin embargo, el presidente de la Asociación Gallega de Psiquiatría denuncia que no existe el suficiente conocimiento sobre el impacto de estas cuestiones en indicadores de salud mental como las tasas de suicidio, donde los datos de hace casi una década colocaban a Galicia en las cotas más elevadas, o indicadores de calidad de vida como la renta y el empleo.
Galicia cuenta con un marco legal que determina la estructura y organización de los diferentes centros de asistencia a pacientes con enfermedades psiquiátricas, lo que ha permitido una mayor igualdad de la asistencia en todas las áreas sanitarias de Galicia, con un nivel básico de recursos. En la actualidad, asegura el experto, se ha desarrollado un plan estratégico sobre salud mental que ha iniciado el aumento de recursos para una mejor atención a estos pacientes.
Al decir de Mario Páramo, hay un motivo para la denuncia. Los diferentes dispositivos de atención psiquiátrica y promoción de la salud mental cuentan con profesionales cualificados con elevado potencial científico- técnico que en ocasiones no llega a desarrollarse por la excesiva carga de trabajo asistencial y falta de personal auxiliar de apoyo. Además, la falta de desarrollo de sistemas de información que incluyan indicadores reales de salud mental de la población y calidad asistencial, llevan a la evaluación de la labor asistencial mediante meros estándares de cantidad (número de pacientes atendidos, número de altas hospitalarias, etc.) que no reflejan la verdadera labor realizada y desmotivan progresivamente a los profesionales.
El presidente de la Sociedad Gallega de Psiquiatría considera que una de las grandes asignaturas pendientes de la psiquiatría gallega es el desarrollo de la investigación psiquiátrica, la gran huérfana del apoyo de las instituciones, que se sustenta únicamente en el esfuerzo heroico de muchos profesionales, que sin tiempo ni recursos consiguen formar la escasa, pero valiosa productividad científica propia gallega. Las asociaciones científicas psiquiátricas que organizan este XI Congreso Nacional de Psiquiatría, y en particular la Asociación Gallega de Psiquiatría, mantienen su colaboración con la Universidad y con las diversas administraciones científicas para colocar la investigación psiquiátrica gallega a un nivel competitivo dentro del Estado español.