Otro de los Mártires andaluces que murieron en nuestras tierras por querer a Cristo y servir al prójimo. Manuel Gómez Contioso nació en Moguer en 1877, ordenado sacerdote en Sevilla el 28 de marzo de 1903. El 24 de septiembre de 1936, fueron martirizados los cuatro últimos salesianos detenidos dos sacerdotes y dos coadjutores que, aún permanecían en la Prisión Provincial de Málaga. Entre ellos, Manuel Gómez, quien como director de la casa, al estallar la revolución de julio del 36 proveyó lo más conveniente para la comunidad educativa de salesianos y alumnos. "Su corazón paternal quedó destrozado por la infortunada suerte de sus hijos y del colegio. Anciano y enfermo sufrió prisión durante dos largos meses, disponiendo el Señor que apurara el cáliz de la amargura hasta el final."
Nació en Moguer, en el seno de una familia numerosa y de padres labradores a pequeña escala. Cuentan que desde muy pequeño, siendo monaguillo de la parroquia, Manuel disfrutaba "jugando a curas" con los compañeros. Aunque "todos estos indicios apuntaban al sacerdocio, la idea sólo cuajó a los 17 años, y al preferir la Congregación Salesiana al Seminario. Estrena su sacerdocio en Utrera como consejero escolar y, - a excepción de los cinco años (1917- 1922) de confesor en Córdoba y el siguiente sexenio de director en Écija- , don Manuel desarrollará todo su ministerio salesiano durante veinte años (1904- 1917 y 1929- 1936) en Málaga, como confesor, prefecto- administrador y, por dos veces, director (1911- 1917 y 1935- 1936).
Un testigo valora su vocación tardía como "una de las primeras conquistas que hizo don Pedro Ricaldone... Ejemplar en todas las virtudes religiosas, era amado de todos por su bondad paternal. Su ejemplo atrajo otras vocaciones de la provincia de Huelva. Se distinguió siempre por su sencillez, por su bondad, por su celo a favor de las almas que se le confiaban. Cuando predicaba, sabía poner en sus palabras todo el fuego de amor de Dios encerrado en su corazón."
"Era la bondad personificada. No hubiera sido capaz de hacer mal a nadie. Por otra parte no hay que olvidar que por muchos esfuerzos que hiciera la pedagogía salesiana, la Escuela de San Bartolomé seguía siendo un asilo; había alumnos que entraban a los siete u ocho años y permanecían aquí hasta los veinte, hasta el servicio militar". El 20 de julio de 1936 los miembros que quedaban en la comunidad fueron colocados en fila ante el muro del patio, los alumnos lloraban y el colegio quedaba a merced del vandalismo, ellos fueron conducidos al cuartel de Capuchinos. El día 24 de septiembre fue fusilado ante las tapias del cementerio de San Rafael.
Y de allí directamente se encontró con el Padre Nuestro que está en el Cielo. S. S. El Papa Benedicto XVI, lo incluirá oficialmente en el libro de los santos y beatos este próximo domingo en Roma 28 de octubre. Alabado sea Jesucristo, sea por siempre Bendito y Alabado.