El director general de RTVA ha afirmó ante el Consejo de Administración de la empresa pública que la dirección de Mejor lo hablamos tomó el pasado miércoles 24 de octubre la mejor decisión, la más correcta, la que más se ajustaba a la verdad y la más respetuosa con los telespectadores para explicar por qué se terminaba anticipadamente el programa.
El director general de Radio Televisión de Andalucía (RTVA), Rafael Camacho, manifestó al Consejo de Administración de la empresa pública que la dirección del programa Mejor lo hablamos tomó el pasado miércoles 24 la mejor decisión, la más correcta, la que más se ajustaba a la verdad y la más respetuosa con los telespectadores para explicar por qué se terminaba anticipadamente el programa cuando tres debatientes abandonaron el plató después de que otro calificara a la cadena SER como la emisora de los terroristas suicidas . La decisión de la dirección fue impecable y su actuación, decente, irreprochable, y no pudo haber manipulación ya que se respetó con el mayor rigor la verdad de lo ocurrido, y ni se ocultó contenido alguno del debate ni se omitió intervención alguna de los participantes, explicó Camacho.
El pasado día 24 de octubre, el programa semanal de Canal Sur Televisión Mejor lo hablamos hubo de finalizar antes de lo previsto al abandonar el plató tres de los participantes en el debate (María Antonia Iglesias, Fernando Delgado y Rosa Regás) cuando otro de los intervinientes, Ignacio Villa, jefe de Informativos de la COPE, calificó con reiteración a la cadena SER como la emisora de los terroristas suicidas.
Ante este hecho extraordinario, la dirección del programa decidió dar por concluido el debate, dando a los telespectadores la oportuna explicación. Cuando se había redactado y grabado una primera despedida, en la que se explicaba el abandono como consecuencia de una discusión entre los participantes, los responsables del programa comprobaron que las expresiones de Ignacio Villa sobre la emisora de los terroristas suicidas se oían y veían con claridad en el directo de la grabación del programa. Al constatar esa circunstancia, la dirección del programa, para ajustarse a lo que realmente había ocurrido, decide repetir la despedida precisando el motivo del abandono por parte de tres debatientes, que así lo habían solicitado; y avisa de la nueva grabación a todos (la mayoría de los cuales, apremiados por la hora, se habían ido ya del plató camino de Madrid).
El director general de RTVA llamó la atención del Consejo de Administración sobre la buena fe que demuestra la dirección del programa al avisar personalmente a cada uno de los debatientes, ninguno de los cuales puso objeción al cambio. Esto evidencia que no hubo el menor ánimo de confundir ni de manipular, apostilló Camacho.
El director general remarcó que el programa Mejor lo hablamos es un modelo de pluralismo, como acreditan los premios de la Asociación de Telespectadores, y del que deberían tomar ejemplo otras televisiones públicas autonómicas.
Finalmente, Camacho declaró al Consejo de Administración que, a su juicio, se ha hecho un montaje por motivaciones políticas partidarias sobre un desgraciado incidente en un programa de televisión, ocurrido por causas ajenas a nuestra voluntad, que la dirección solventó con la decisión más correcta, más veraz, más decente con los debatientes y más respetuosa con los telespectadores.