La arterioesclerosis amenaza con convertirse en la primera causa de mortalidad en todo el mundo en 2020. Los accidentes de tráfico y las cornadas de toro son episodios violentos que también comprometen las arterias. La angio resonancia magnética o el angio TAC permiten realizar el estudio vascular de miembros inferiores y superiores sin la necesidad de realizar un intervencionismo agresivo.
En la actualidad, la primera causa de muerte en Occidente son las enfermedades cardiovasculares relacionadas con la arterioesclerosis. En España la mitad de las muertes producidas cada año se deben a esta causa. Se ha calculado que en el año 2020 la aterosclerosis será la primera causa de mortalidad en todo el mundo. A ello contribuirán de forma determinante dos factores que facilitan su desarrollo: de un lado, el progresivo envejecimiento de la población mundial y, de otro lado, la incorporación de los hábitos de vida occidentales (principalmente, la alimentación excesivamente rica en grasas y calorías, y la vida desordenada y estresada que comporta el ejercicio profesional y laboral) al tercer mundo.
La arterioesclerosis es una enfermedad caracterizada por el desarrollo de múltiples lesiones focales, llamadas placas de ateroma, en la pared de la aorta y las arterias de gran y mediano calibre. Esas placas están compuestas por lípidos, como el colesterol, y por células inflamatorias, como los monocitos, que desde la sangre penetran en el interior de la pared arterial. Una vez dentro de ésta, los monocitos atrapan el colesterol y se convierten en células espumosas. Estas células provocan una serie de cambios en la pared que provocan el crecimiento desordenado de las células musculares de ésta y la formación de tejido fibroso. Al final, la placa está compuesta por una mezcla de elementos distintos, lo que le confiere su denominación de ateroma, que significa engrudo.
Bajo estas consideraciones, Antonio Revert, miembro del Servicio de Radiología del Hospital de la Ribera (Alzira), participa en el curso precongreso de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) con una ponencia que lleva por título Estudio no invasivo de las arterias periféricas en la que sobresale la aplicación de técnicas de vanguardia como la angio resonancia magnética o el angio TAC que permiten realizar el estudio vascular de miembros inferiores y superiores sin la necesidad de coger vías ni de realizar un intervencionismo agresivo. Los nuevos equipos multidetectores de 16 vueltas ahondan en esta posibilidad y facilitan el diagnóstico de las patologías vasculares.
Más allá de la arterioesclerosis, los problemas vasculares son fruto, a su vez, de un traumatismo. Los accidentes de tráfico, las cornadas taurinas y, en los últimos tiempos, las reyertas a golpe de navaja, son causas de alta prevalencia. Si bien el accidente de tráfico acumula el 95% de los problemas relacionados con las arterias, no es menos cierto que, debido a un incremento de la violencia social, crece cada día en número de arterias comprometidas por una herida de arma blanca.
Los traumatismos violentos son fuente común de lesiones arteriales periféricas extremidades superiores e inferiores- y en ocasiones, tal y como apunta el experto, no originan un sangrado directo, que queda enquistado en un hematoma. El papel de la radiología es el de comprobar, mediante técnicas de diagnóstico de imagen, si se ha visto afectada alguna de las arterias periféricas y cual es la indicación adecuada para su tratamiento.