La mejor comprensión de las bases moleculares de la vida está conduciendo a la sustitución de la medicina observacional, basada en el análisis clínico de la enfermedad, por una actuación más específica y diseñada en base a unas disciplinas biológicas (genómica y proteómica) que permitirán prevenir antes que tratar. En este sentido, las técnicas híbridas de diagnóstico por imagen molecular van a identificar la existencia, localización y extensión de la enfermedad, estratificando el riesgo y posibilitando la realización de tratamientos individualizados con monitorización de su eficacia.
Estas declaraciones, que podían ser consideradas como de ciencia- ficción hace muy poco tiempo, las ha realizado Luis Martí- Bonmatí presidente de la SERAM, jefe de sección del Hospital Dr. Peset y jefe del servicio de Radiología del Hospital Quirón de Valencia, con motivo de su participación en el XXIX congreso nacional de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) que se realiza en Sevilla.
Para Martí- Bonmatí, la imagen molecular puede definirse en sentido amplio como cualquier técnica de imagen que permita detectar y recoger la distribución espacio- temporal de procesos moleculares o celulares con la intención de aplicarlos para el diagnóstico o terapéutica.
De este modo, la imagen molecular y celular se convierte en una imagen paramétrica en la que el brillo de cada píxel es proporcional a la contribución de un proceso (como la neoangiogénesis) con frecuencia asociado a una dinámica, célula, molécula, receptor, gen o anticuerpo específico. Así, durante el estudio de estas imágenes, se pueden detectar y cuantificar procesos biológicos concretos y conocer su relevancia para la enfermedad que sufre el paciente.
Funcionamiento
En su explicación, el experto afirma que si una determinada enfermedad presenta una diana molecular relevante, debería disponerse de un ligando (sonda) que se una (hibride) de forma específica con esa diana y emita una señal que pueda detectarse y localizarse adecuadamente. Este es el fundamento de la imagen molecular y celular, la localización y cuantificación precisa de una diana de relevancia en la enfermedad. Según comenta, esta aproximación será posiblemente más útil a los pacientes que las visiones actuales, más parciales y aisladas, de las alteraciones estructurales y sus cambios físicos
Mejor diagnóstico y trabajo conjunto
Tal y como pone de manifiesto Martí- Bonmatí, la imagen molecular dota a los galenos relacionados con la imagen médica la posibilidad de avanzar sustancialmente en el diagnóstico precoz, la estratificación del riesgo y el pronóstico, y la monitorización del tratamiento de numerosos procesos biológicos y celulares relacionados con la enfermedad.
Las técnicas de imagen deben ser capaces, según afirma, de generar información hibridada, tanto funcional como estructural, no en entornos artificiales sino en el interior de nuestro organismo vivo. De esta manera, la utilización de biomarcadores adecuados de imagen junto a los equipamientos que permitan visualizarlos hará que numerosos complejos moleculares y estructuras celulares sean accesibles al informe radiológico.
Por otro lado, en la parte clínica, la medicina nuclear y la radiología están obligadas a trabajar conjuntamente para liderar el desarrollo, la implantación y la evaluación tecnológica de la imagen molecular.
Más formación
Según Martí- Bonmatí, como radiólogos, debemos participar y asistir a los programas formativos que se establezcan sobre los principios y las bases de la imagen molecular. Para progresar y profundizar en estas formas de ver e informar imágenes, el experto considera imprescindible que se adquieran conocimientos básicos de biología celular y molecular, y de los procesos bioquímicos de la enfermedad, así como reconocer la anatomía basada en la distribución de estos procesos donde los órganos y la patología se diferencian por otras divergencias entre los tejidos, las basadas en el tipo, función y características biológicas y bioquímicas de las células.
Por último, concluyó que las sociedades y los servicios deben promover la existencia de charlas, simposios y talleres sobre todos los aspectos de la imagen molecular en todos nuestros foros y congresos, especialmente con aproximaciones basadas en órganos- sistemas.