Chipiona, 16 de marzo de 2012.- Los pasados días 9, 12 y 13 de marzo, el personal municipal empleado en las instalaciones deportivas ha recibido un curso preparatorio de Reanimación cardiopulmonar básica y de uso del desfibrilador semiautomático (DEA), que ha sido impartido en las propias dependencias del complejo polideportivo municipal por Pedro Curtido Naranjo, instructor titulado.
Una de las primeras decisiones que adoptó Agustín Lorenzo al acceder al cargo de delegado de Deportes del Ayuntamiento de Chipiona fue dotar al Complejo Polideportivo Municipal de un desfibrilador para situaciones de emergencia vital.
El desfibrilador es un producto sanitario destinado a analizar el rimo cardíaco, identificar las arritmias mortales tributarias de desfibrilación y administrar, con intervención de una persona, una descarga eléctrica con la finalidad de restablecer el ritmo cardiaco viable con altos niveles de seguridad.
El decreto 22/2012, de 14 de febrero, de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía regula el uso de desfibriladores en Andalucía y en su artículo 7.1 recoge que cualquier persona podrá hacer uso de un desfibrilador, siempre que tenga conocimientos básicos y mínimos que se puedan constatar en materia de reanimación cardiopulmonar, soporte vital básico y uso del desfibrilador.
El mismo decreto establece en su artículo 3 apartado c) que las instalaciones o complejos deportivos en los que el número de personas usuarias diarias, teniendo en cuenta todos sus espacios deportivos, sea igual o superior a 500, estarán obligados a disponer de desfibrilador.
El delegado de deportes, Agustín Lorenzo, se ha mostrado muy satisfecho por los avances que se están produciendo desde el cumplimiento por el equipo de gobierno de la promesa electoral de dotar al Complejo Polideportivo de este instrumental médico. Lorenzo entiende que, no sólo es importante contar con este equipo, sino también la formación del personal para su uso en situaciones en que esté en juego la vida de una persona.
Las acciones formativas en el uso del desfibrilador continúan ahora con los voluntarios de protección civil y otros colectivos como el de monitores y entrenadores, policía o personal de playas.