
Para un ciudadano que vive en países del Norte de África o en el Golfo Pérsico, las temperaturas mínimas que tienen en sus países durante los meses de verano son equivalentes a las temperaturas máximas que tenemos en Sevilla y Córdoba en estas fechas, habitualmente. Esto para ellos es una ventaja importante porque viajan a un clima menos caluroso. Su visita a Sevilla tiene al menos dos inconvenientes, la dificultad que encuentran para poder comer comida “halal” en la inmensa mayoría de los hoteles y que en muy pocos hoteles hay personal que hable y piense como ellos para poder prestarles el mejor servicio.

