La representante del Poder Judicial en Andalucía, Begoña Rodríguez, el presidente de la Audiencia, Damián Alvarez, el fiscal jefe, Luis Fernández Arévalo, la decana de los procuradores, Isabel Escartín y numerosos abogados, y juristas han llenado la sede del ICAS. De hecho la sala, con capacidad para 110 personas estaba repleta. Con mucha gente sin asiento y repartida por el patio anterior.
Durante su discurso Óscar Cisneros, ha admitido que fue una difícil decisión presentarse al cargo tras una numerosísima petición de compañeros que le pidieron que se presentara y ha anunciado que comienza una nueva etapa en la historia del colegio. Sin olvidarse de Gallardo, al que, según ha dicho, tendrá ta su lado ya que su experiencia «es un tesoro que no se puede desaprovechar».
Cisneros ha admitido que actualmente la participación del colegiado es mínima y ha pedido a los colegiados que participen más para que no vean al colegio como «un simple recaudador de cuotas».
También ha pedido la máxima transparencia posible para que los colegiados conozcan lo que se hace y aporten su ideas para mejorar el funcionamiento del colegio. Y que se eviten las interferencias políticas.
En cuanto a los objetivos ha hecho hincapié en la actualización de la profesión de la abogacía en el mundo tecnológico así como la puesta en marcha de la figura del Defensor del Abogado. Cisneros, que se ha hecho la foto de familia con la nueva junta de gobierno, ha estado acompañado de su familia: su mujer y sus dos hijas.
El discurso más emotivo
Antes de Cisneros intervino José Joaquin Gallardo, decano saliente, con un emotivo discurso en el que varias veces se le han saltado las lagrimas y en el que ha admitido tener una «emocionada sensación de gratitud» tras 32 años, ocho como vicedecano y 24 como decano. «Me emociona pensar que de los 64 años que tengo, la mitad, media vida he estado al servicio de la abogacía sevillana. Parecía que Dios me hubiese llevado sobre la palma de su mano», ha dicho sin contener la emoción.
En su intervención, en la que han estado presentes su mujer, sus tres hijas y sus cinco nietas, Gallardo ha recordado el día de su toma de posesión en 1994 y que ha ese día ya estaba entre sus compañeros su sucesor, Óscar Cisneros.
Durante su discurso, el ya exdecano ha recordado que su reto fue no defraudar a los suyos y ha tenido palabras de gratitud, a sus compañeros, que siempre fueron para el lo mas importante del colegio. a las autoridades judiciales y ha recordado que sus 24 años han sido «una continua reclamación del mundo de la Justicia».
Gallardo ha dado las gracias también los compañeros de su despacho que han dedicado muchas horas a los asuntos profesionales mientras el se dedicaba a atender a los compañeros. Y, aunque fuera su último día, también ha dado una noticia: el próximo día 10 de abril el rey Felipe VI recibirá en Audiencia al Colegio de Abogados de Sevilla, a las juntas entrante y saliente, es decir el equipo de Óscar Cisneros y el de Gallardo. En ese acto, que fue solicitado por la anterior junta se impondrá a Su Majestad la medalla de oro colegial. La sala repleta le ha despedido con una cerrada ovación.