El vanguardismo predomina en esta colección con
tejidos muy ligeros, en los que destacan las sedas
estampadas y reversibles, con la novedad del
biolastán y derivados
03-febrero-2020 El Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla,
FIBES, ha acogido nuevamente la cita más importante de la moda
internacional flamenca, SIMOF, que ha cumplido su 26 edición. Este año,
que se ha celebrado del 30 de enero al 2 de febrero, ha vuelto a contar
con la presencia de una de las diseñadoras sevillanas de más reconocido
prestigio: Carmen Latorre. El domingo 2 de febrero ha tenido lugar su
desfile, donde ha presentado su colección ‘Calé y Doscopio’. Esta nueva
apuesta es un homenaje a Gustav Klimt y sus cuadros, en los que se han
lucido unos trajes con tonos y patrones que recordaban a las obras del
reconocido pintor.
Su inspiración se ha basado en un concepto donde la anatomía se vuelve
ornamento y el ornamento, anatomía. Una poderosa relación que da vida
al caleidoscopio donde fondo y figura se funden en el color. Este proceso
resulta revolucionario si lo trasladamos a los vestidos de flamenca, como
ha llevado a cabo Carmen Latorre.
El vanguardismo se ha apoderado de esta colección donde los volantes se
confunden con el resto del cuerpo, cuya forma está marcada por los
distintos cortes anatómicos para realzar a la mujer flamenca. El patronaje
de ‘Calé y Doscopio’ está muy estudiado, a lo que hay que añadirle
volúmenes muy abiertos y en forma de A.
Las espirales de distintas texturas son otros de los puntos más destacados
de la colección, con tejidos muy ligeros donde predominan las sedas
estampadas y reversibles, con la novedad del innovador biolastán y
derivados. Las telas forman un puzzle de lunares y estampados que
recuerdan a las pinturas más famosas de Klimt. Algo que también ocurre
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con los colores, usando los más característicos en la obra del artista,
donde predominan una serie de tonos que van evolucionando. Así, se han
podido ver azules tinta que se vuelven marinos o dorados que llegan hasta
un amarillo más claro. El rosa acuarelado o pinceladas de rojos y negros
también tienen su protagonismo en algún que otro traje.
Tradición e innovación
‘Calé y Doscopio’ ha apostado por innovar en SIMOF, pero sin perder la
esencia clásica del vestido de flamenca, combinando experiencia y diseño.
Para los complementos, la colección ha contado con la colaboración de la
firma Chocolate Complementos.
En su tienda-taller de Mairena del Alcor (Sevilla), la firma Carmen Latorre
está compuesta por madre e hija, que llevan 35 años trabajando en la
moda flamenca y han cumplido ya 14 ediciones desfilando en SIMOF.
La experiencia y el buen hacer de la madre, Carmen Latorre, toda la vida
dedicada a la costura y confección, tanto de prendas a medida como
industrializadas, y su hija, María del Carmen Corpas, diseñadora de moda,
creativa e innovadora, forman un equipo donde tradición e innovación van
siempre de la mano.
Carmen Latorre recuerda: “decía Gustav Klimt: ‘Si alguien quiere saber de
mí, puede contemplar mis obras con atención e intentar reconocer en ellas,
lo que soy y lo que quiero’”. “Esta frase –confiesa- me hizo pensar que
cualquier arte, tanto pintura, escultura, arquitectura, orfebrería, literatura o
moda, es el medio por el cual el artista expresa sus sentimientos, sus
anhelos, sus mensajes a la sociedad e incluso sus reivindicaciones, y así lo
afianza Klimt con esta frase”.
La diseñadora sevillana no solo quiere revindicar que “la moda y el arte van
en muchas ocasiones de la mano, sino que la moda es una forma de
expresión, y es en los trajes de flamenca donde encuentro el medio para
comunicarme con mi público y clientela”.
Carmen Latorre rememora que este verano visitó con su hija la exposición ‘El
Oro de Klimt ’en el Pabellón de la Navegación, en la Cartuja. “Nos asombró
su concepción del color, cómo utilizaba el dorado, el azul, colores brillantes,
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para expresar, tristeza, ilusión, fuerza, erotismo y un tipo de mujer muy real,
humana y llena de emociones, fuerte e independiente. Y nos dimos cuenta
que caracterizaba a la perfección el tipo de mujer que Carmen Latorre
representa en sus colecciones, mujeres independientes, llenas de fuerza y
vida y que no les importa llamar la atención”.
“Nos apasionó -recalca- su forma de tratar el color, lleno de contrastes, que
hemos llevado a la mujer flamenca y cómo el artista, con una apariencia de
un hombre sencillo, encierra una mente totalmente creativa y enriquecedora”.
“Además, nos dimos cuenta –continúa- que teníamos muchas cosas en
común, sobre todo cómo sus obras hablan de él, al igual que nuestros trajes
hablan de nosotras. De esta manera, fue como nos decidimos a usar a Klimt
como inspiración de Calé y Dosscopio’.
“El mensaje que queremos dar con esta colección es que el traje de
flamenca va con la personalidad de quien lo lleve, que se pueden hacer
trajes muy Calé, muy gitanos, sin dejar la creatividad a un lado, y que
nuestras pequeñas obras, hablan por sí solas, de quien las lleva y de por qué
las lleva. Todo tiene un sentido muy personal, no son solo trajes de lunares”.
A lo largo de dilatada y reconocida trayectoria profesional, los trajes de
Carmen Latorre han vestido a modelos y artistas como Eva González,
María José Santiago, Las Soles, Marisa Jara o María José Suárez.