Acaba de llegar de Comillas en Cantabria donde suele pasar los meses de agosto y en el despacho del Consejo se encuentra con una situación inédita, como casi todo en estos tiempos de pandemia. Francisco Vélez es un presidente que tendrá que gestionar previsiblemente otro año sin pasos. «Es complicado que haya Semana Santa en 2021 – comenta-. En plena expansión de la enfermedad es imprevisible lo que ocurra pero los pronósticos no son buenos por la situación y la incidencia del virus. Lamentablemente me gustaría pensar de otra manera pero psicológicamente tenemos que estar preparados. Salvo que esto mejorara por el proceso del virus, la aparición de una medicación o la vacuna a mi me parece muy complicado que haya cofradías en la calle el año que viene.»
Este año se anunció la suspensión de las procesiones de Semana Santa el 14 de marzo, con los palcos a medio montar y las cofradías metidas en el ecuador de la cuaresma. Si hubiera que tomar una decisión Vélez cree que en esta ocasión no será tan tarde. «Yo creo que debería saberse varios meses antes para poder tener capacidad de maniobra. Primero porque tenemos que empezar a planificar los montajes de las sillas y palcos y además las hermandades tienen que hacer sus cálculos y ajustar sus presupuestos. En diciembre o enero habrá más datos para ver cómo evoluciona la crisis. De aquí a fin de año tendremos las ideas más claras.»
Ahora es la autoridad sanitaria autonómica, es decir la Consejería de Salud de la Junta la que toma las decisiones en torno a las medidas sanitarias. Es decir que una suspensión de las procesiones tendría previsiblemente ámbito regional. Por eso este jueves 13 de septiembre los presidentes de los consejos y agrupaciones de Andalucía se van a reunir en Antequera para poner en común las cosas. «Todo dependerá -indica Vélez- de las autoridades sanitarias y civiles. Nosotros no tenemos mucha capacidad de maniobra. Estamos a remolque de lo que se decida y de que se pongan las pautas para saber si hay o no celebración y si la hay como sería»
Al plantear el presidente del Consejo esa posibilidad de algo distinto a lo que conocemos, la pregunta inmediata es lógica: ¿hay alternativa a la Semana Santa que conocemos? «Algo que sustituya a la Semana Santa es difícil– asegura-. Habría que buscar la fórmula para que los fieles de alguna manera pudieran visitar las imágenes. Pero no es tanto lo que se haga en los templos sino las masas de gente en las calles. Algo sí se podría hacer, no un sustitutivo, pero por lo menos que no nos viéramos como el año pasado pegados al ordenador o al móvil.»
A la vuelta de las vacaciones Paco Vélez se ha encontrado con una noticia que ha sido un mazazo. El nivel de petición de devoluciones del dinero de las sillas y de los palcos es altísimo. «No pensaba que fuese tan alto. Supera el 80 % y todavía no hemos terminado. Para mí ha sido decepcionante. Seré un iluso pero pensaba que habría más espíritu de colaboración de los cofrades, de los sevillanos y de los que disfrutan de la Semana Santa. No han estado a la hora de echar una mano. Calculábamos una cifra inferior. A mí me ha sorprendido.»
Esta merma en los ingresos fundamentales del Consejo y de las cofradías ha colocado a la institución en una economía de guerra. Hasta tanto que han sido los consejeros quienes han hecho la mudanza de la casa que tenían alquilada en la calle Habana donde se encontraba la oficina para las sillas y los palcos. Local que han tenido que dejar por la situación económica. «Un año más así y la realidad será mucho más difícil. El Consejo necesita dinero para subsistir y ahora la situación es bastante apurada. Habrá que echarle imaginación. El gasto es mínimo. Hay cosas que los propios miembros del Consejo hemos realizado, la mudanza y también reparaciones o el mantenimiento de la casa. Un año más sin ingresos sería algo caótico.»
El presidente también conoce hermandades que lo están pasando muy mal ya que dedican el poco dinero que tienen a ayudar a ayudar a quienes lo están pasando mal. «Vamos a intentar que nadie se quede atrás. En el supuesto que el año que viene tuviéramos la misma carencia de recursos – recuerda Paco Vélez- hay instrumentos financieros para salir de esto de la mejor manera.»
En septiembre el Consejo suele poner en marcha la maquinaria para elegir a quienes van a protagonizar los anuncios de la Semana Santa. Pregonero ya tenemos pero ¿y pregón? « Es pronto. Pero yo creo que el pregón sí se celebrará cumpliendo con las medidas de seguridad y los aforos del momento. Aunque no salieran pasos a la calle sería como un bálsamo. El Vía crucis es más difícil porque lleva como consecuencia aglomeración de público en la calle. El cartel sí. Aunque no haya procesiones no hay que despojar al sevillano de todo. Todo lo que ilusione y no vaya en contra de la seguridad habrá que hacerlo.» Para el otoño se están suspendiendo todos los acontecimientos extraordinarios. Vélez cree que «cuando volvamos a la normalidad todo aquello que se pueda retomar se debe retomar. Como estamos ahora no se puede celebrar nada. ¿Y piensa ya en 2022? «Sueño – asegura- en resolver la situación que tenemos y que las hermandades vuelvan a la mayor normalidad posible. Soñar con el 2022 con la de cosas que hay que hacer ahora, no me parece»
Foto Antonio Rendón Domínguez