Como cada 23 de noviembre, Sevilla celebra la toma de la ciudad por las tropas del Rey San Fernando.
Con motivo de tal efeméride, tiene lugar en el interior de la Catedral, la llamada «Procesión de la Espada». La misma fue instaurada por Alfonso X «El Sabio» en el año 1255, como recuerdo a su padre, Fernando III «El Santo».
El alcalde de la ciudad de Sevilla, Antonio Muñoz Martínez realiza un juramento, consistente en devolver al Cabildo Catedralicio la espada del Rey San Fernando. Dicha espada es llevada por el propio alcalde, portándose por la hoja y no por la empuñadura, tal y como dispuso en su momento Felipe II. Además, en la procesión participa el Pendón del Rey Santo, que es llevado por el concejal más joven de la Corporación Municipal, que esta edición fue, Amelia Velázquez Guevara del Cs.
La procesión está compuesta por el Cabildo Catedralicio, con todos sus canónigos, los cuales portan una reliquia de San Clemente. A continuación, la Orden de Caballeros de San Clemente y San Fernando, la Corporación Municipal bajo mazas, escoltada por la Policía Municipal con uniforme de gala.
El juramento del alcalde, tiene lugar al comienzo de la procesión en la Capilla Real, delante de la urna del Rey San Fernando y a los pies de la Virgen de los Reyes. Previamente al juramento, dicha urna es abierta rindiendo honores una representación del Ejército. La procesión transcurre por las naves catedralicias hasta el Altar Mayor, donde tiene lugar la celebración de la Santa Misa.
Una vez acabada la misma, la comitiva regresa a la Capilla Real, donde el alcalde devolverá tanto la espada como el pendón.