Sevilla ha perdido peso político y ciudadano durante el último lustro en relación con las otras grandes urbes españolas. El sondeo realizado por Ipsos para Diario de Sevilla revela que la opinión mayoritaria de los sevillanos en relación a la magnitud de su ciudad en comparación con su propio entorno regional y nacional tiende a ser negativa.
Según estos datos, un 48% de los encuestados declara que, a su entender, Sevilla ha perdido progresivamente peso en los últimos cinco años, mientras que un 33% opina justo lo contrario. Hay un sector de la población (un 14%) que no cree que la ciudad haya mejorado ni empeorado en este tiempo. Sevilla seguiría pues para ellos más o menos igual que en el año 2000.
La opinión más pesimista procede de los ciudadanos cuya edad se sitúa entre los 55 y los 64 años, así como en la horquilla de edad que va desde los 25 a los 34 años. Este último grupo, compuesto por jóvenes en tránsito hacia la madurez, contempla en un 52% que Sevilla ha perdido bastante importancia en comparación con otros territorios de la Península Ibérica. Por distritos, los más críticos son los residentes en Triana y Los Remedios, aunque en otras áreas de Sevilla como el Casco Histórico, Nervión- San Pablo y el distrito Sur esta misma opinión es la que tiene más de la mitad de la población. Los más condescendientes en relación a la evolución de Sevilla en el último lustro son los habitantes de los distritos Macarena y Este, los dos principales bastiones electorales del PSOE.
La ideología también explica parte de la opinión negativa: los consultados de derecha y centro derecha son mayoritarios entre quienes consideran que Sevilla ha perdido masa crítica. Los de izquierda, en cambio, consideran en un 46% que la ciudad ha ganado peso. Esta opinión, sin embargo, sólo la comparte un 25% de los ciudadanos que se consideran de centro izquierda.
Con respecto al funcionamiento ordinario de la ciudad se produce una paradoja: pese a ser más quienes piensan que Sevilla ha pedido masa crítica frente a los que no, un 53% de los sevillanos opina que el funcionamiento ordinario de la capital hispalense es bueno, frente a un 41% de personas que declaran una opinión contraria. Los optimistas moderados no son más del 12%, mientras que los pesimistas moderados agrupan al 8% de los encuestados. De este último grupo, los críticos más numerosos se encuentran entre los 35 y los 44 años. La mayor parte de la población, por tanto, se sitúa en posiciones extremas, con predominio hacia el optimismo (40 frente a 32%). Por distritos los más optimistas son la Macarena (un 54% de los encuestados estima que la ciudad funciona en líneas generales bien) y el distrito Este, donde esta opinión es la del 68% de los consultados. Por ideologías se mantiene la tendencia global puesta de manifiesto en todo el sondeo: los consultados que declaran ser de izquierda o de centro izquierda son más positivos a la hora de valorar el funcionamiento de Sevilla como ciudad, mientras que en los de posición de centro, centro derecha y derecha es en cambio mayoritaria la impresión de que el funcionamiento de la capital hispalense no se corresponde con lo que debería ser. En función del voto en las pasadas elecciones, la opinión más positiva procede de los votantes del PSOE (un 53% estima que la ciudad ha ganado peso frente a un 29% de ellos que no lo ve así). Otro tanto ocurre con el funcionamiento de la ciudad: los votantes del PSOE son tan optimistas como pesimistas parecen, a este respecto, aquellos que votaron al PP en las pasadas elecciones municipales.