Antonio Canales ha salido en defensa de Farruquito, pero no sólo por conocerle desde niño, ser amigo de su familia y admirarle profesionalmente, sino porque al igual que él también Canales conduce sin carnet de conducir y ha sido denunciado por ello por la guardia civil de Sevilla.
El pasado mes de Abril, Canales recibió el alto de la Guardia Civil, al conducir al volante de un Audi A6, mientras hablaba por teléfono. Le pidieron los papeles del coche y su permiso de conducir y el bailaor alegó que los había olvidado junto a la cartera en casa. Posteriormente la pareja de la benemérita comprobó que no existía ningún permiso de conducir a nombre de Antonio Gómez de los Reyes, verdadero nombre del bailaor por lo que efectuó la oportuna denuncia. El coche estaba a nombre de su madre,Pastora de los Reyes.
Conducir un coche sin la correspondiente licencia dejó de ser delito en 1983. Según datos de la Dirección General de Tráfico y la Asociación de Automovilistas Europeos, en España se producen entre 2.600 y 3.500 accidentes al año en los que están implicados conductores sin carné. Desde diversas agrupaciones se ha pedido a la Administración que esta infracción se considere más grave, como ocurre en Francia, donde la ley contra la violencia vial castiga esa infracción con un año de cárcel y 1.500 euros de multa.
Curiosamente, Antonio Canales fue uno de los más firmes defensores del bailaor Juan Manuel Fernández Montoya, alias Farruquito, después de que se destapara que en septiembre de 2003 atropelló mortalmente al vecino de Sevilla Benjamín Olalla y se dio a la fuga. Farruquito también conducía sin carné y ahora se enfrenta a una sentencia tras ser juzgado y pedir para él entre tres y ocho años de cárcel.
Canales alegaba en defensa de su colega:
Yo conozco a Juan desde muy pequeñito, como un hijo, su padre era un gran amigo mío. Yo sólo puedo decir, no por justificarle, de verdad, con todo mi respeto hacia la viuda y hacia la persona que no está entre nosotros, que Juan es un niño muy bueno, y muy estudioso, habla inglés, francés, es un niño muy instruido. Lo que pasa es que ha pasado miedo, porque le ha pasado un percance muy grave, que le puede pasar a cualquiera, hay que meterse en su piel. Su padre hace tres o cuatro años que no está, tiene que tirar de una familia muy grande, es muy jovenzuelo, hay que mirar todas las cosas.No hay que castigarlo encerrándole, porque la ley no tiene que ser para todos iguales, tiene que haber formas. La otra persona no va a regresar, habrá que hacer una gran indemnización, que esté recluido un año o dos en casa, pero meterle en un sitio lleno de delincuentes, no creo que beneficie a Juan, es como los talibanes cuando tiraron las cosas. No es excusarle, pero hay que tener un poco de clemencia
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