La licenciada en Ciencias de la Información y en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid Mercedes de Pablos presentó hoy en Sevilla 'La hoz y las flechas. Un comunista en Falange' (Oberón), un libro en el que la autora cuenta la vida del sevillano Juan Gila Boza, comunista que se infiltró en la Falange de Sevilla entre 1933 y 1948.
Juan Gila Boza fue un topo comunista en Falange de Sevilla desde 1933 hasta 1948, año en que fue descubierto y detenido. Durante esos 15 años llevó una doble vida que sólo se vio interrumpida en los años de la Guerra Civil española.
En una entrevista concedida a Europa Press, Mercedes de Pablos explicó que conoció la vida de Juan Gila "gracias a la historiadora Eloisa Baena, que junto a su equipo del Centro de Estudios Históricos de CCOO estaba recuperando la memoria de una serie personas próximas a CCOO" y añadió que "una de las entrevistas que realizó esta investigadora fue a Juan".
En este sentido, afirmó que "ya tenía conocimiento de la existencia de este hombre por unos escritos de Manuel Delicado - - secretario provincial del partido comunista (PC) y concejal en Sevilla cuando se produjo el golpe de Estado de 1936- - , pero fue la entrevista de Eloisa la que me llevó a indagar en la vida de Juan".
Así, de Pablos señaló que "el hilo conductor del libro es la propia memoria de Juan - - que en la actualidad tiene 91 años- - , pero el paisaje y el paisanaje lo he extraído de libros de historiadores como Juan Ortiz o Francisco Espinosa" y agregó que "los escritos de estas personas me ayudaron a situar al personaje".
"Juan - - informó- - pertenecía a una familia de ferroviarios y se quedó huérfano de padre muy pronto", por lo que, según dijo, "su difícil vida comenzó muy pronto".
Según apuntó de Pablos, Juan se infiltró en 1933 en la Falange de Sevilla "debido a una casualidad" y agregó que "fue Manuel Delicado - - dirigente del PC- - el que propuso que Juan se infiltrara como topo en la Falange".
Asimismo, la autora del libro explicó que en julio de 1936, y tomada Sevilla por las fuerzas rebeldes de Franco y Queipo de Llano, "Gila permaneció unos meses en la ciudad ayudando a evacuar, mediante salvoconductos y gracias a información privilegiada, a camaradas y amigos".
"En 1948 fue descubierto - - continuó- - y condenado a muerte, aunque Sancho Dávila - - responsable de la Falange de Sevilla- - intercedió por él y le permitió vivir en el penal de Santoña, de donde salió con la promulgación de la amnistía tras la muerte de Franco
Por último, de Pablos aseveró que lo que más le llamó la atención de Juan "fue su sangre fría en unos momentos tan complicados, que le llevó a establecer relaciones afectivas con los falangistas, a pesar de que, realmente, los estaba traicionando".
Por último, aseguró que "ha resultado apasionante contar la vida de Juan y al mismo tiempo dar cuenta de un momento tan convulso como fue la Guerra Civil en España y en Sevilla".