El entierro de Manuel Fernández de Córdoba, víctima de un infarto masivo cuando pronunciaba el pregón de la Semana Santa de la localidad toledana de Talavera de la Reina, tendrá lugar mañana domingo en su pueblo natal Constantina, en la iglesia de Santa María de la Encarnación a las 18 horas, presidiendo la ceremonio el cardenal arzobispo de Sevilla monseñor Carlos Amigo Vallejo.
El periodista y escritor Manuel Ramírez Fernández de Córdoba, ex director de ABC de Sevilla, falleció ayer a los 58 años de edad al sufrir un infarto mientras pronunciaba el Pregón de la Semana Santa de Talavera de la Reina, la tierra - él, que tan aficionado era- donde en 1920 murió Joselito «El Gallo» corneado por el toro «Bailaor».
Manuel Ramírez subió al escenario del Teatro Vitoria de Talavera sobre las ocho y media de la tarde como pregonero de la Semana Santa y, sobre una hora más tarde, cuando en su exaltación se refería al recordado padre Leonardo Castillo, de cuya fundación Costaleros para un Cristo Vivo era presidente, sufrió un desvanecimiento, pero no llegó a caerse al suelo.
En un primer momento fue atendido en el mismo teatro por la concejal Maribel Gil, el presidente del PP local, Gonzalo Lago, y Ricardo Juárez, todos ellos médicos. También llegaron al lugar sanitarios de una UVI móvil del 112 que le implantaron un marcapasos de forma provisional. Pero prácticamente murió en el atril, con el teatro de pie ovacionando su pieza literaria.
Fue trasladado hasta el Hospital de Nuestra Señora del Prado, en Talavera, donde se certificó su muerte a los pocos minutos de su ingreso.
Manuel Ramírez Fernández de Córdoba nació en Constantina el 29 de septiembre de 1948. Hijo de don Juan Ramírez Filosía, médico queridísimo en el pueblo, alcalde de esta localidad de la Sierra Norte sevillana y vicepresidente de la Diputación Provincial, y doña Manuela Fernández de Córdoba Ramírez. Se crió en Sevilla, en el barrio de Los Remedios, y estudió en el colegio Calasancio Hispalense de los Padres Escolapios, en la plaza de Fray Jerónimo de Córdoba, pero nunca, nunca, olvidó a su Constantina del alma, donde pasaba los veranos.
Comenzó la carrera de Derecho en la Universidad de Sevilla, pero no llegó a terminarla, a falta sólo de unas asignaturas. Se matriculó en la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid para cursar la carrera de Periodismo, que la realizó desde Sevilla a través del Centro Español de Nuevas Profesiones, donde tuvo como profesores entre otros al fino escritor sevillano Julio Manuel de la Rosa.
Todoterreno profesional
Licenciado en Ciencias de la Información, comenzó su carrera profesional en Radio Sevilla donde colaboraba en un recordado programa llamado «Como un reloj». Continuó en el diario «Suroeste».
Comenzó a trabajar en ABC de Sevilla el día 1 de mayo de 1978, en la sección de Deportes. En 1979 fue ascendido a jefe de sección, desempeñando las funciones en las secciones de Mesa, Sevilla y Deportes. En 1981 fue nombrado redactor- jefe; en 1990, subdirector, y en 1997, director- adjunto. En 1999 fue designado director de ABC de Sevilla. En los últimos años desempeñaba su trabajo periodístico en la Confederación de Empresarios de Andalucía.
Recibió en junio de 2001 el Premio «Joaquín Romero Murube» en su segunda edición por el artículo titulado «Andrea, la madre del Faraón», publicado en la Tercera de ABC el 25 de octubre de 2000 y en el que glosaba la figura la figura de Curro Romero.
Realizó en el Periodismo las más diversas tareas, desde el trabajo de mesa al reportaje y la entrevista y desde la crónica de fútbol a la crítica taurina, así como coleccionables por fascículos como «Curro Romero, un torero de leyenda», «Sevilla, imágenes de un siglo» o «El libro de oro de la Maestranza».
Ha pronunciado numerosas conferencias y escrito artículos en diversas publicaciones, aparte columnas diarias como «Por la banda», comentario que hasta ayer publicó en las páginas de Deportes de ABC.
Gran aficionado y currista
En su faceta taurina también destacó, como señalábamos anteriormente, en la crítica taurina y en los artículos que, cada Feria de Abril, publicaba en ABC de Sevilla la columna «A una mano». Currista confeso, profesó una gran admiración hacia el Faraón de Camas, al que le unió una gran amistad, lo mismo que con Pepe Luis Vázquez, con quien solía, en la grada del «cinco» de la Real Maestranza, ver festejos. También realizó multitud de reportajes relacionados con el mundo de los toros y siguió y convivió con Juan Antonio Ruiz «Espartaco» y su cuadrilla en una de las temporadas más destacadas de la carrera profesional del diestro de Espartinas.
Fue también miembro del jurado de la Real Maestranza de Caballería y de los Premios «Puerta del Príncipe».
Pregonero
Quiso el destino que Manuel Ramírez muriera pregonando la Semana Santa, aunque lejos de su tierra. Ante un atril también habló de cofradías en 2003, cuando ofreció el Pregón del Costalero que anualmente organiza la Hermandad de San Esteban. El pasado año pronunció el «Stabat Mater» de la Hermandad del Cachorro. También realizó la exaltación de la Saeta en la Catedral. El Rotary Club le distinguió como «Sevillano del Año» en 2002.
La Fundación Padre Leonardo Castillo- Costaleros para un Cristo Vivo, de la que era presidente, le dirá a las nueve de la noche una misa en su sede, calle Virgen de Fátima, 13, oficiada por el vicario de la Diócesis, Francisco Ortiz.
Hijo Predilecto
Dos años antes, el 24 de junio de 2000, Manuel Ramírez fue nombrado Hijo Predilecto de Constantina en un acto donde se le impuso la Medalla de Oro. No se confundía cuando aseguraba que aquel sería para él un día «rotundamente emocionante». «Primero - dijo- por la deuda de gratitud, una más de las que he tenido en mi vida con mi pueblo, que adquiero con Constantina y su gente; segundo, porque estarán en mi pensamiento, en todo momento, el ejemplo de mis padres que fueron los que queriendo tanto a Constantina, supieron contagiarme a mis hermanos y a mí ese fervor y esa ilusión que para nosotros, sus hijo, es Constantina y, tercero, porque aquí están mis raíces, mis devociones y mi alma.»
Casado con Concha Mejías Ramírez, tenía dos hijos, Juan de Dios, de 19 años, y María del Robledo, de 18 años.