Creo que profundizando cada día en una “FLOR” ó frase escrita con el amor más sincero y puro que profesó desde muy niña “Angelita” hasta convertirse con el paso de los años en Sor Ángela de la Cruz, por el amor a Jesucristo, el Hijo del Padre Dios, llegaremos como no a la Stma. Virgen, la Madre de Jesús y nuestra Madre Celestial… Una vez hecha la introducción, analizamos la novena frase o “FLOR” escrita por Santa Ángela de la Cruz: “Levantaría un altar a la Voluntad de Dios, para estar siempre adorándola”.

  Cada día que, pasa nos vamos dando más cuenta de lo relacionado que está la santidad con la obediencia, en la vida y obra de nuestra querida Santa Ángela de la Cruz, quien acepta humildemente la Voluntad de Dios y todo lo que quiere ir haciendo, primero se lo presenta y ofrece a Jesús Sacramentado y tanto en su gran labor caritativa como humanitaria seguro que encontrará obstáculos, pero aceptará siempre la Voluntad de Dios, porque élla adora a ese Dios que cuando se le busca de verdad y con el corazón limpio, se encuentra. Y también sabía aceptar la Voluntad de Dios. ¿Cuántas veces hemos observado como una “mano”, o una “voz” en forma de sensación, en la profundidad de una conversación ú oración con Dios que, nos avisa de un peligro, en nuestro entorno?... Y posiblemente nuestra falta de humildad, nuestra vanidad o soberbia, no quiere atender esa llamada de atención ó aviso y emprendemos un camino equivocado. A todo esto ahora que nadie nos ve…¿Sueles hablar con Dios, cuando te van mal las cosas y pedirle que te ayude?...¿Sueles darle a Dios, las gracias, por las cosas buenas que nos ocurren? Si eres de los que piensas que no es necesario confiar a Dios y hacerlo confidente de las cosas buenas y menos malas que, nos suceden. Posiblemente necesites aprovechar algún momento, de este fin de semana, para reflexionar y analizar tu situación con Dios. Ten presente que Dios, no es cuestión de moda, Él es siempre actual y tanto si confías en Él, como si no, no te va abandonar jamás. Acude al encuentro de Dios y te alegrarás.¡Oh Señor!, ayúdanos al conseguir el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, sin guardarle rencor, no nos dejes caer en la tentación y hágase tu Santa Voluntad en la tierra, como en el Cielo. Amén.

Hasta el lunes D.m. que volveremos con una nueva “FLOR”.