Llegó el invierno
chipionero, este año las
cabañuelas pronostican
que será largo y crudo en
lo económico, y que quizá
algún ditero tenga que
volver a echar mano de su
carpetilla de cartón azul.
La construcción toca
techo - o mejor dicho
suelo y arrastra a muchas
empresas y actividades
auxiliares, la agricultura
no es ni tan social ni tan
rentable como antaño, el
letargo del comercio local
será más prolongado a
pe s a r de l c amb i o
climático y el turismo es
víctima de la tan traída y
llevada estacionalidad.
La deuda de nuestro
Ayuntamiento es un
pesado lastre para la
r eac t i vac ión de l a
economía local y los
p r o y e c t o s d e
modernización que viene
aún parecen estar lejanos
en el horizonte, además de
estar poco consensuados.
Sobre el ambiente
p l a n e a u n a g r a n
incógnita, ¿qué modelo de
pueblo queremos? Parece
que nuestra economía se
decanta hacia el sector
servicios (terciarización),
lo cuál marcará a todos los
niveles la Chipiona del
futuro.
Nuestro municipio es
singular, y tiene un
potencial inmenso aún
por explotar, el riesgo que
se corre es estandarizarlo,
despersonalizarlo. La
ma s i f i c a c i ó n , u n a
desorbitada expansión
urbanística, unos servicios
públicos y privados
d e f i c i e n t e s , u n a s
infraestructuras físicas y
organizativas obsoletas,
son los riesgos y defectos
que entre todos debemos
salvar.
Manuel Monge Lorenzo
Coordinador Gral. Foro Cívico
de de Chipiona Chipiona www.forocivicochipiona.org