Ahora, después de un primer disco titulado En Triana con Anselma, regresa con A golpes de corazón, álbum donde descubrimos sentidos homenajes a referentes como Serrat, del que incluye versiones de La saeta y Mediterráneo, Armando Manzanero o himnos populares como La salve rociera. Una propuesta, la de esta sevillana de San Juan de la Palma, dedicada a su hermana Nati que, a raíz de una enfermedad, falleció el año pasado. "Fue como cuando te da un infarto y una parte de tu corazón se muere".
Generosidad en estado puro, la entrevistada -a punto de cruzar la barrera de los sesenta-, a pesar de ser una enamorada de la música desde pequeña, prefiere considerarse persona antes que artista y se confiesa muy orgullosa de su tierra. "Para mí es como lo era Tara para Escarlata O´Hara. No consiento que nadie la intente dañar". Así, en virtud de ese espíritu, ha regalado su alegría a la infanta Elena y a Sara Montiel, a Plácido Domingo y a la duquesa de Alba, a Fran Rivera y a Antonio Gala. Sin embargo, es la de Curro Romero la presencia que más la ha impactado. "Cuando lo vi entrar por las puertas de mi local, me emocioné. Vino con Carmen Tello y no podré olvidarlo jamás. Es alguien histórico a quien admiro mucho", recuerda con un atropellado desparpajo verbal bajo el que esconde una timidez que, en principio, resulta difícil de creer. "Parezco tener otro carácter pero soy muy vergonzosa", confiesa Anselma dispuesta a seguir dejándose el alma en cada nuevo proyecto que asuma. Es el sino de una mujer nacida para luchar.