En su primera actuación en el país, el cantaor sevillano Falete supo por donde llegarle al público mexicano, apoyado en algunos de los éxitos de Juan Gabriel, José Alfredo Jiménez y Fernando Z. Maldonado, con lo que se ganó al público asistentes a su debut en un escenario de esta capital.
Durante los 90 minutos de su espectáculo, el temperamento de Rafael Ojeda Rojas, el nombre real de Falete, nacido en Polígono de San Pablo, Sevilla, en 1978, conquistó a los espectadores, de entre quienes surgieron gritos pidiéndole sus canciones favoritas.
El cantante español de flamenco y coplas, nacido en una familia de artistas (su padre era Falín, miembro destacado del grupo Cantores de Híspalis, y cuyo debut ocurrió en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, a los 17 años cantando para La Chunga), pronto se echó a la bolsa a los asistentes.
Durante los años 90, participó en diversos eventos en distintas ciudades del mundo, como Danzas de España. Ha tenido padrinos artísticos como Jesús Quintero y en su discografía aparecen versiones de temas de Bambino, Rocío Jurado, Chavela Vargas, Isabel Pantoja, Paco Ibáñez, Juan Gabriel y José Alfredo, entre muchos otros.
Falete, quien este jueves realizará su segunda actuación en otro escenario de la capital mexicana, impresionó no sólo por su figura sino por su tesitura vocal, que cautiva y atrapa desde la primera nota.
El artista español interpretó "Se me olvidó otra vez", uno de de los grandes éxitos de Juan Gabriel, para iniciar su actuación, misma que de inmediato provocó gritos de "Olé, majo" y "así se hace Falete".
Al terminar la primera pieza de su repertorio, una lluvia de aplausos recompensó su actuación, no sólo la de él sino la de su coro (tres integrantes) y los tres músicos que hicieron más completo su show en un tablao flamenco, en donde, cabe señalar, se presentará hoy Antonio Canales, otro de los máximos exponentes del género.
Luego, Falete hizo una pausa para su presentación y agradeció los aplausos, al tiempo de señalar su emoción por estar presente en México: "En primer lugar muy buenas noches. Quiero agradecer a Dios que me dio salud y ganas de vivir".
"Asimismo, por haberme puesto en mi camino artístico a Fernando. Quiero decirles que había tenido muchas ofertas para venir acá, pero yo dije siempre que si no era para estar en "Gitanerías" no venía nunca, y aquí estoy con ustedes", sentenció.
El cantaor sevillano dividió su actuación en tres bloques, en el primero de ellos, lució esa enorme figura regordeta, toda de rojo, combinado con una mantilla blanca con bolitas negras, que iba de un lado a otro del escenario, dominando a la audiencia con su voz y sus gesticulaciones al momento de interpretar "Un mundo raro", del compositor mexicano José Alfredo Jiménez.
Inesperadamente, cuando cantaba "Puro teatro", detuvo la interpretación al descubrir entre el público a la cubana Raquel Bigorra, a quien le pidió que subiera con él al escenario. Ambos realizaron un dueto, que fue recompensado con una gran ovación.
Tras varias interpretaciones, y luego de haber realizado un cambio de vestuario, ahora de negro y azul, Falete, realizó una confesión personal.
"Ahora quiero cantarles un tema muy importante en mi vida personal y profesional con el que me día a conocer en España. Se trata de "ayaso"", que en México Javier solís convirtiera en uno de sus más sonados boleros rancheros.
Y así, la velada terminó hasta entrada la madrugada del jueves, luego de que Falete lució su voz potente, sus más de 100 kilos y su mirada con esos grandes ojos, deleitando a la concurrencia, con temas como "Señora", un éxito en la discografía de su compatriota Rocío Jurado.
Otra canciones que ofreció fueron: "Procuro olvidarte", "Paloma brava" e "Inocente pobre amigo", éste último del cantautor mexicano Juan Gabriel, en una interpretación profunda que dio la impresión de estar escuchando al "Divo de Juárez", pero en la versión española.
Luego, tras un breve receso, regresó al escenario con otro cambio de vestuario, para dejar escuchar "La media vuelta", de José Alfredo y "Volver, Volver", de Fernando Z. Maldonado, y rematar con otros éxitos como "Pena, penita pena".
También deleitó con un duelo de coplas con una de sus coristas, posteriormente vinieron otras interpretaciones hasta mostrar en su enorme frente el sudor y cansancio por el esfuerzo realizado por Falete, quien dejó el escenario tras 90 minutos de actuación, no sin antes pedir una ovación para sus colaboradores presentes en el tablao, dejando así constancia de su arte vocal.