Las imágenes de los cuentos infantiles, las figuritas de aspecto kitch que nos encontramos en las tiendas de todo a 1 e, referencias a la “bad painting”, a las imágenes publicitarias, a objetos encontrados…: me sugieren un lenguaje que utilizo para reflexionar sobre la idea de dependencia en las relaciones personales y morales y las relaciones de poder que se establecen: en las que determinados aspectos del miedo subyacen como trasfondo (un miedo que en muchos casos es asumido a través de una cultura…).

El doble sentido, una cierta ambigüedad y un cierto tono de frivolidad en el planteamiento forman parte de la pretensión de las obras.

En cierta manera “Once upon a time…” es una continuación de las dos exposiciones anteriores “Profundo espejo” y “Tránsito” (como en ellas siempre introduzco algún elemento de la anterior) y es posible que con ella quede cerrado el círculo en el que estoy metido. Ya veremos.