En una Parroquia especialmente engalanada para la ocasión, y con la presencia de la Junta de Gobierno de la Hermandad y representantes de la Corporación Municipal, entre los que se encontraba el Alcalde, Manuel Camino, y del resto de las hermandades locales, este domingo tenía lugar el XL Pregón del Rocío de Gines, que fue traducido a lengua de signos.
El acto lo abrieron los sones de tamboril de Manuel León Tapín, y sevillanas por parte del Coro de la Hermandad del Rocío. El pregonero de este año, Fernando Camino, fue presentado por su predecesor en esta tarea, Luciano Míguez, quien le refirió palabras de cariño, destacando la amistad que les une desde niños, las coincidencias que han marcado sus vidas, y el orgullo que sentirían al verlo los que ya no están.
Tras la presentación, daba comienzo un pregón en el que Fernando Camino hizo memoria para rescatar sus primeros recuerdos rocieros. Salpicado de poesías, dedicó sus palabras especialmente a José Luís Melo, gracias a quien se formó como rociero y logró formar parte de la Junta de Gobierno de la Hermandad. Con gran sentimiento, el pregonero rescató con especial cariño las tardes en la calle del Aire, de donde nace su pregón.
Intercalado con sevillanas del Coro, el pregonero reivindicó también el verdadero Rocío, aquel que se aleja de lo material para centrarse en la Virgen. Pero sin duda, uno de los capítulos más emotivos del pregón fue en el que Fernando Camino dejó volar su imaginación y describió cómo viven la Romería en el cielo aquellos que ya no están; aquellos que dejaron su impronta e hicieron que Gines sea hoy el espejo de otras Hermandades.
Ya en la parte final de un emotivo pregón, Fernando Camino dio las gracias a todos los que le han acompañado en su andadura rociera, especialmente a su familia. Tras lograr poner a toda la Parroquia en pie con un sentido aplauso, sus compañeros del Coro bajaron a los pies del altar para cantar junto a él y frente al Simpecado la Salve Rociera.
Finalmente, el Hermano Mayor de la Hermandad, Alfonso Melo, hizo entrega de un obsequio conmemorativo. Con la presencia del Alcalde, Manuel Camino, también recibieron obsequios Luciano Míguez y las esposas tanto de Fernando como de Luciano. Con el toque a tamboril de la Marcha Real a cargo de Manuel León Tapín, y las felicitaciones de los asistentes, se puso fin a un pregón nacido del corazón.