Ayer fue un día doblemente especial para Julián Contreras Jr., el hijo menor de Carmen Ordóñez y su segundo marido, Julián Contreras. Primero, por su debut como autor de ficción tras presentar en la sede de la editorial Planeta su primera novela, 'La Pluma de la verdad', de Martínez Roca, y segundo por haber estado acompañado en un momento tan importante por sus dos hermanos: Francisco y Cayetano Rivera.
Los tres hijos de la recordada Carmen Ordóñez demostraron así que después de una etapa de distanciamiento, sobre todo a raíz del dramático fallecimiento de su madre, no hay ningún tipo de aspereza entre ellos.
Aunque hayer hicieron oficial esta reconciliación de hermanos, en los últimos meses se han visto frecuentemente. En septiembre, la prensa captó el abrazo de Julián y Francisco en la plaza de toros de Valdemoro y casi al mismo tiempo salieron publicadas unas imágenes de Cayetano saliendo de un bar con Julián y su hermano Kiko. Así las cosas, el acercamiento venía de lejos aunque ayer se produjo la foto oficial.
Segunda aventura literaria Esta, sin embargo, no es la primera incursión de Julián en el mundo editorial, ya que hace tres años publicó la biografía Querida mamá, dedicada a su madre a los pocos meses de su muerte. En aquel momento, ni Francisco ni Cayetano estuvieron presentes en la presentación de esa obra.
Las cosas han cambiado mucho desde aquel entonces y este tiempo ha servido para que los tres acerquen posturas y se olviden viejas rencillas que surgieron a raíz de la enfermedad de su madre.
La sonrisa en el rostro del recién estrenado autor de novela lo decían todo y sus palabras expresaban su satisfacción por tener como testigos de excepción en un día tan especial a su padre, y a sus dos hermanos. En el recuerdo, obviamente, también estuvo su madre: Todo lo que hago y todo lo que haré es para mi madre, mi padre y mis hermanos. Me debo a ellos, aseguró Julián ante la prensa.
La pluma de la verdad narra la historia de Cayman, un hombre que fue educado en un orfanato y adoptado cuando era adolescente por un maestro que le convierte en el mejor ladrón de guante blanco del mundo.
Julián, acostumbrado a enfrentarse a los medios desde que era un crío, aseguró que no teme el qué dirán. Defiendo mi nombre y mis apellidos con muchísimo orgullo, aseguró.
Poco o nada se sabía del joven hijo de Carmina Ordóñez en los últimos meses. Ayer confesó que se ha pasado los últimos nueve gestando esta novela, la cual ha escrito, sobre todo, de noche y en soledad. Ayer, a diferencia de los momentos en los que se imbuía en este arte, estuvo muy bien acompañado y claro, era muy difícil ocultar la satisfacción que por ello sentía. Qué mejor que me den la alternativa los dos maestros en referencia a sus dos hermanos- y mi padre, aseguró.
No hay duda de que la foto de los tres hermanos de nuevo juntos ha llenado de satisfacción a su familia y sobre todo a su tía Belén, la que se define como tía-madre de estos dos jóvenes que perdieron a una madre demasiado pronto.