Emocionado y rodeado de los suyos. Así es como ha recibido el torero Francisco Rivera en Santander la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes concedida por le Ministerio de Cultura y que tanta controversia ha causado en el mundo taurino por el malestar de otros diestros como Rafael Camino o José Tomás, que devolvieron las suyas conjuntamente por creer que el hijo de Francisco Rivera Paquirri y Carmen Ordóñez no era merecedor de tan digna distinción.
Francisco ha querido vivir este gran día ajeno a estos comentarios y a las ampollas que levantó esta decisión y ha disfrutado del cariño de los suyos que han arropado al torero en uno de los días más importantes de su vida. Vestido con un traje azul marino, camisa blanca y corbata azul, Francisco ha tenido en el recuerdo a sus padres, fallecidos ambos en circunstancias muy diferentes. Quienes no han faltado a tan insigne cita, presidida por los Reyes de España, ha sido su novia, Cecilia Gómez -muy elegante con un vestido estampado en blanco y negro-, a la que ayer presentó en sociedad, su tía Belén Ordóñez -con un vestido berenjena-, sus hermanos Julián Contreras, Cayetano y la novia de éste, Eva González.
El gran ausente fue su hermano Kiko, que se desconoce si algún problema de última hora le impidió estar presente junto a su hermano en un día tan importante.
Un lugar muy destacado en el Palacio de Festivales Cántabro de Santander ocupó la ex suegra del galardonado, la Duqeusa de Alba, que llegó a esta cita del brazo de su hijo, Cayetano Martínez de Irujo. Además de los amigos de la infancia del torero, estuvieron otros íntimos como José María García y su esposa, Montse Fraile.
La hija del torero, Cayetana Rivera, también ha viajado hasta la capital cántabra, aunque su padre ha preferido que estuviera alejada de la atención mediática, reuniéndose con ella en una celebración privada que tuvo lugar tras la ceremonia.
A la entrada del Palacio, Cayetano Rivera, acompañado de una elegantísima Eva González con abriguito lila y camisa y falda a juego, aseguró que su hermano llevaba varios días nervioso aunque muy feliz y que en un día tan especial la polémica sobre la Medalla estaba más que olvidada. Además, aseguró que era un orgullo que la Medalla vuelva a recaer en la familia. El acto de entrega sirvió para escenificar, una vez más, la reconciliación entre los tres hermanos, distanciados a raíz d de la muerte de su madre, Carmen Ordóñez y que junto a Paquirri estuvieron más presentes que nunca en la memoria de Francisco.
Anécdotas de la ceremonia La gala de entrega tuvo un año más un sinfín de anécdotas, entre ellas el hecho de que sólo dos de los 25 premiados Francisco Rivera y Ágata Ruiz de la Prada- respetara el protocolo y no diera la espalda a Sus Majestades los Reyes tras recibir sus respectivas medallas. En cuanto a las ovaciones, los presentes destacaron la de Francisco Rivera como la más sonora, debido quizá a la gran cantidad de familia y amigos que pudieron asistir a la gala.
Algunos de los premiados no dudaron en tirar besos al público, como fue el caso de los actores Pilar Bardem, acompañada por su hijo Carlos, e Imanol Arias, arropado por su mujer, Pastora Vega.
En cuanto al vestuario de los 25 galardonados ha destacado por su originalidad el que ha lucido Ágata Ruiz de la Prada, con un vestido color naranja de su colección, medias a juego y un llamativo lazo naranja y oro en la cabeza.
Entre los espectadores que abarrotaron la platea del palacio se encontraban el ex ministro de Fomento Francisco Álvarez Cascos, suegro de uno de los premiados, Juan Antonio Porto y Paloma OShea.
A la salida de la ceremonia, un grupo de antitaurinos se manifestó contra la concesión de este reconocimiento a Francisco Rivera con pancartas que denunciaban la fiesta de los toros. En contra, un grupo de aficionados y de admiradores del torero intentó contrarrestar los abucheos con sonoros aplausos.