El director de PLAN en Haití, Rezene Tesfamariam, ha podido ponerse en contacto con las oficinas centrales de la ONG y ha narrado el horror que se está viviendo en su país. Éste es su testimonio: Acabo de tener la posibilidad de escribir a través de Internet, y pido disculpas por no haber podido comunicar antes. El daño del terremoto escapa a la imaginación. Aunque es muy difícil determinar la cifra exacta de muertos y heridos, he visto numerosos cuerpos tendidos a lo largo de las calles principales de Puerto Príncipe. Todavía se oyen las voces de niños atrapados entre los escombros de sus escuelas.
La mayor parte de la ciudad de Puerto Príncipe ha quedado devastada. Escuelas, iglesias, hospitales y supermercados están destruidos. Nuestra oficina en Jacmel, Croix des Bouquets y la oficina principal de Puerto Príncipe están seriamente dañadas. Esto también vale para las casas de muchos de nuestros trabajadores. Todos los sistemas de comunicación incluidas las conexiones de Internet estaban inutilizadas.
El terremoto ha dejado miles de familias sin hogar y la ciudad se ha transformado en una colección de campamentos improvisados. En mi vida profesional he trabajado con refugiados que huían para salvar sus vidas, he tenido que proporcionar ayuda a localidades barridas por las riadas, pero nunca he visto nada parecido a esto. La situación requiere una respuesta rápida y bien organizada.
Ayer por la mañana pudimos desplazarnos por varias zonas de Puerto Príncipe y Croix des Bouquets para evaluar las necesidades inmediatas de todos aquellos afectados por el terremoto. Empezaremos inmediatamente a proporcionar agua, comida y material higiénico a la gente en los campamentos improvisados en Puerto Príncipe y Jacmel. Ya hemos formado equipos y empezamos a afrontar la emergencia de una manera organizada, narra Tesfamariam.
Desde el primer momento, 142 trabajadores de PLAN en Haití (hay uno más pero se encuentra con heridas de consideración) trabajan contrarreloj para encontrar supervivientes y atender a la población que se ha visto afectada. Además, un equipo de expertos en emergencias de PLAN ha viajado hasta Haití para colaborar en la atención a las víctimas del terremoto.
La ONG, que trabaja en Haití desde 1973, está trabajando con el gobierno haitiano, con los servicios de emergencia del país y otras organizaciones internacionales y locales para responder de forma inmediata a las necesidades de los niños y niñas en la región y evaluar la situación. PLAN ha lanzado mundialmente un llamamiento masivo para poder ayudar a los niños víctimas de la tragedia, los más vulnerables en este tipo de situaciones. PLAN, que trabaja con 42.000 niños en Haití, ya ha destinado más de 800.000 dólares para las primeras labores de emergencia. La organización estima que hay más de un millón de niños afectados y que varios miles pueden haber muerto a consecuencia del derrumbe de escuelas y edificios. El 46% de la población haitiana es menor de 18 años, y son los más vulnerables tras la tragedia, en palabras de Concha López, directora general de PLAN España.
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