María Dolores del Moral, como ciudadana, quiero dar mi versión de lo ocurrido en la mañana del 10 de marzo en el Pleno de la Diputación de Cádiz y rectificar la nota de prensa enviada ayer, por la Diputación, a los medios de comunicación y que tanto daño personal me está ocasionando.
Acudí al Pleno y me vi envuelta en algo impensable para mí, ya que en unos segundos, se me acusó de una serie de falsedades y se me convirtió en algo que no soy.
Estaba como una más del público asistente, porque tenía interés en ver el debate de un punto que me interesaba, pues atañe a mi municipio. Durante el debate de los puntos anteriores al punto que deseaba ver, noté un nivel muy alto de crispación, siendo el señor Cabañas, Presidente del mismo, quien en numerosas intervenciones faltaba, a mi entender, a otros Diputados, llegando a acusar a una de las Diputadas del PP, prácticamente de ser nazi.
Los descalificativos y expresiones mal intencionadas, fueron arma constante de unos y otros. Hubo expresiones insultantes, que provocaban la risa del adversario político de la persona a quien iban dirigidas. Tras un buen rato, en el que me sentí decepcionada con el modo en el que allí se decían las cosas, le hice un comentario a la persona que se sentaba a mi lado, que es mi marido. En ese momento, María Naval, que se encontraba sentada delante de mí, se volvió acusándome de que le había insultado. En ningún momento me había dirigido a ella o a cualquier otra persona que ocupaba su escaño, sino que estaba ejerciendo mi derecho a expresarme libremente y le comenté a quien estaba a mi lado, lo que me parecía aquello, tras escuchar durante media hora acusaciones y descalificativos.
Acto continuado, intenté aclararle a María Naval, que yo no había hablado de ella, pues hablaba en general de la actitud que tenían, pero me fue imposible porque no paraba de acusarme y no quería escucharme. Como no se aclaró aquello y seguía pensando que le había insultado, me dijo: ¡te vas a enterar!.
El señor Cabañas, que no se había dado cuenta de nada de lo que estaba pasando porque estaba debatiendo, interrumpió el debate en el momento en el que alguien le dijo que estaban insultando desde el público. No se me otorgó el beneficio de la duda, ni se preguntó que estaba pasando, si no que se dio por válida una versión sin escuchar la otra. Se mandó a desalojar a las personas que me acompañaban y entendimos que no debíamos salir, puesto que no habían hecho nada, ni se dirigieron a nadie y yo, tampoco había hecho motivo para que se me expulsara del Salón. Tras el receso de 10 minutos, seguíamos allí y es por ello, que se suspendió el Pleno. Creo que no es motivo de suspensión, porque allí no se había alterado el orden público.
Las diferencias fueron entre María y yo, así que no debe involucrarse al resto de las personas que allí estaban, puesto que no dijeron nada, excepto a los medios de comunicación, a los que dieron su versión de lo ocurrido.
Es falso que insultase y es falso que escupiese, porque soy una persona respetuosa y nunca he faltado a nadie y mucho menos he depreciado ninguna institución.
Creo que se me ha tratado de forma injusta y se me ha tachado de algo que no soy. Me han utilizado para darle mala prensa a la Plataforma a la que pertenezco y que tanto está luchando por el bien de mi municipio, para atacar a mi partido y para dañar personalmente a mi marido. De todos modos, si con mi comentario alguien se sintió ofendido, lo siento, no fue mi intención, pero que esto no se utilice para desvirtuar a la Plataforma y para atacar al resto de personas que estaban allí presentes. Creo que si alguien se ha visto afectada por toda esta historia, soy yo, que me he sentido coaccionada y que me han utilizado de cabeza de turco, para excusar la suspensión del Pleno, que iba a debatir un punto muy controvertido y que finalmente no lo ha hecho.