En pleno corazón de la Sierra Norte sevillana, entre suaves colinas y lomas, se sitúa esta antigua ciudad, famosa por la belleza de su entorno natural y monumental y por sus aguardientes y anises. Los primeros asentamientos en esta zona parecen datar del Neolítico y del Calcolítico. Diversos yacimientos descubiertos, principalmente en las cuevas de Santiago y en los valles fluviales del Viar, el Benalija y el Huéznar, nos han dejado huellas del pasado más remoto de esta localidad. Así, se han encontrado desde megalitos a material cerámico, lítico y óseo. Entre los primeros pueblos pre-romanos que controlaron el lugar se encuentran, según algunos estudiosos, los celtíberos, aunque no existen yacimientos arqueológicos que puedan aclarar esta cuestión. Sin embargo, la presencia romana sí está demostrada: al parecer, desde el siglo II a.C. una población de origen latino se asentó en la zona, aprovechando su potencial minero y su cercanía a la Vía de la Plata. Por ello, se cree que una de las derivaciones de ésta pasaba por Cazalla y seguía por El Pedroso hasta Carmona para enlazar con la Vía Augusta. Hacia los siglos IV y V de nuestra era, la población ya tenía cierta entidad, como demuestran algunos restos visigóticos conservados en el Museo Arqueológico Provincial: un par de vasijas de barro y otro de lápidas cinerarias de dos niños. Pero la localidad que hoy conocemos no llega a perfilarse hasta la etapa de dominación islámica. De hecho, su nombre actual procede de esta época: la arabización del término latino Castella dio lugar a Castalla, de donde proviene Cazalla. El núcleo poblacional se asentó en torno a una fortaleza almohade y desarrolló la agricultura de cereales y la explotación de minas de hierro y plata y canteras de mármol blanco. En 1247 Cazalla se incorpora sin luchas ni resistencia, al reino de Castilla-León, quedando ligada al Concejo de Sevilla como concejo semiautónomo. Poco a poco empieza a crecer la villa más allá de las murallas. Durante el siglo XV, la localidad es testigo de las luchas políticas que se produjeron entre el duque de Medina Sidonia y el conde de Arcos en la guerra por la sucesión al trono. El XVI es el siglo en el que la villa experimenta un mayor desarrollo tanto demográfico, debido a la inmigración de moriscos de Granada, como económico, gracias a su producción vitivinícola, y artístico. Por el contrario, el XVII se cierra con un balance negativo: de los 7.000 habitantes que contaba Cazalla pasa a unos 3.500 por efectos de la peste bubónica. No obstante, en esta centuria se inicia una industria de vital importancia en el siglo XX: la del aguardiente. A lo largo de las siguientes centurias se produce una crisis en el sector del vino, modificándose la estructura agrícola del lugar a favor del olivar y la dehesa. En este último siglo la ciudad llega a su cota poblacional más alta de su historia, con 11,347 habitantes en 1950; pero a partir de ahí comienzan las emigraciones masivas hacia capitales españoles y europeas. En la actualidad, es partido judicial de la comarca y mantiene su industria anisera como una de sus señas de identidad. Felipe V viajó a Cazalla para recuperarse El rey Felipe V escogió la localidad de Cazalla de la Sierra, aconsejado por algunos miembros de su Corte, para convalecer de la terrible crisis nerviosa que sufría desde la muerte de su primera esposa y su hijo. En este lugar encontró el sosiego que ansiaba en compañía de su segunda mujer, la reina Isabel de Farnesio, mejorando sensiblemente de su mal. En este periodo fue obsequiado por los monjes cartujos con magníficos ejemplares de su prestigiosa yeguada. En el archivo parroquial de Nuestra Señora de la Consolación aún se conservan partidas de bautismo de algunos hijos de las damas que acompañaban a la familia real durante su estancia en Cazalla.
CÓMO LLEGAR Situación: A 86 kilómetros de Sevilla por la C-431 y la C-432. Extensión: 353 kilómetros2. Habitantes: 5.237.
DÓNDE QUEDARSE -Hotel-hospedería La Cartuja. Teléfono: 954884516. -Hotel Posada del Moro. Teléfono: 954884858. -Villa Turística de Cazalla. Teléfono: 954883458. -Hotel Hospedería de la Cartuja. Teléfono: 954884516. -Hostal Castro-Martínez. Teléfono: 954884036. -Finca Las Navezuelas. Teléfono: 954884764. -Finca El Berrocal. Teléfono: 95488442.
NO SE PIERDA -La iglesia de Nuestra Señora de la Consolación. -La Cartuja de Cazalla. -La ermita de Nuestra Señora del Monte.
- Edificios civiles
-Ayuntamiento El actual Ayuntamiento de la ciudad se ubica en lo que fue un convento dedicado a San Agustín, dedicándose su iglesia a fines industriales desde hace años. El edificio del Consistorio posee una fachada con galería alta porticada, cuyos arcos rebajados y encuadrados por alfiz, descansan sobre columnas toscanas. Lo que fue claustro del convento actúa ahora como patio de entrada, estructurándose en dos plantas. La baja está formada por arcos de medio punto que apean en gruesas columnas cilíndricas, mientras que la alta presenta, al centro de cada uno de los cuatro lados, balcones flanqueados por pilastras. Por encima de los tejados se yergue aún la espadaña de la antigua capilla, realizada en ladrillo y decorada con esferas de azulejos, según el esquema de las obras del primer tercio del XVII.
-Otros edificios En la Plaza Mayor se pueden admirar algunas de las edificaciones civiles más interesantes de la ciudad, con la Parroquia de la Consolación como fondo. Se trata de un conjunto arquitectónico de casas construidas entre los siglos XVI, XVII y XVIII. Entre ellas destacan el antiguo Ayuntamiento y el actual Hogar del Pensionista. El primero, que alberga hoy en día el Juzgado, presenta una fachada dividida en cinco módulos, siendo el central más ancho. Grandes pilastras toscanas cajeadas estructuran el conjunto, rematado por una balaustrada ciega. La portada se sitúa en el centro, mostrando su cuerpo inferior columnas toscanas pareadas que enmarcan un arco de medio punto y el superior un balcón con columnas jónicas coronado por un ático con un escudo. A ambos lados de la puerta se disponen cuatro vanos en forma de ventana en el piso bajo y de balcón en el alto. Junto a este edificio se encuentra el antiguo Juzgado, actualmente sede del Hogar del Pensionista. Fechado en el siglo XVI, presenta una portada con vano adintelado entre columnas acanaladas sobre pedestales y capiteles compuestos. En la misma plaza encontramos otra casa, situada en el número 20, de estilo mudéjar, que muestra un arco apuntado con pináculos y un alero sostenidos por canes. Fuera de esta plaza, en la calle Llana, número 2, destaca una portada estructurada en dos cuerpos en la que aparece un balcón superior con balaustres, escudo nobiliario, temas de grutescos y flameros. Por otra parte, también existen interesantes ejemplos de arquitectura popular en Cazalla. En este sentido destaca el Barrio Nuevo, del siglo XVIII, el Azahín, de trazado morisco
Las fincas de Carmen Martínez-Bordiu y Victorio y Lucchino Entre los miles de turistas que han visitado esta localidad se encuentra Carmen Martínez-Bordiu, que descubrió este lugar gracias a sus amigos, los prestigiosos diseñadores Victorio y Lucchino, y pese a vivir en París, y su novio, el arquitecto Roberto Federici en Italia, escogió este rincón de la Sierra Norte sevillana para comprarse una finca y construir su casa, donde suelen pasar largas temporadas, junto a los citados diseñadores, que también poseen una casa en la zona.
- Arquitectura religiosa
-Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Consolación Se encuentra este templo adosado a una puerta, la única que resta de las antiguas murallas musulmanas. Su construcción data de los siglos XIV y XV, aunque sufrió importantes modificaciones en el XVI y el XVIII. En su primera etapa el edificio presentaba rasgos mudéjares y constaba de tres naves, ábside poligonal y torre-fachada. Hacia 1538 se derribó parte de la iglesia anterior, comenzándose las obras de un nuevo templo de planta rectangular, con el mismo número de naves, cubiertas por bóvedas vaídas casetonadas, soportadas por grandes pilares con columnas adosadas. Las obras nunca se finalizaron. En el segundo tercio del XVIII se acometió la tercera etapa, reformándose los tramos mudéjares que aún quedaban, cubriéndolos con bóvedas de cañón y lunetos, y levantándose la portada lateral. Esta triple mezcla de estilos (gótico-mudéjar, renacentista y neoclásico) y su calidad artística han determinado su declaración como Monumento Histórico Artístico. Exteriormente, destaca su torre-fachada, compuesta por dos núcleos claramente diferenciados y con una portada ojival, actualmente cegada. En su interior, principalmente de estilo renacentista, encontramos pilares rematados por dados de entablamento decorados con relieves de apóstoles y santos, copia de los que aparecen en la Sacristía Mayor de la Catedral de Sevilla. Las grandes riquezas artísticas que este templo fue acumulando en el pasado se perdieron, desgraciadamente durante la Guerra Civil, en la que se quemaron o saquearon casi todos sus tesoros. Así, el Retablo Mayor, presidido por una imagen moderna de la Virgen de Consolación, procede del convento franciscano de San Sebastián de Carmona y está fechado en el primer tercio del XVII. Está compuesto por banco, dos cuerpos de tres calles separadas por columnas corintias y ático. En él figuran diversas esculturas y relieves de diferentes épocas y estilos, destacando las imágenes de San Pedro y San Pablo, pertenecientes al primitivo retablo de 1592. En las naves laterales encontramos retablos realizados a partir de altares desaparecidos, procediendo algunas de las piezas del mayor. Un buen ejemplo es el dedicado a la Virgen de la Soledad, obra reciente de candelero. Entre las pinturas que se muestran en los muros de la parroquia destaca una situada a la izquierda del Retablo Mayor que representa La Anunciación, fechada a mediados del XVII, así como otros lienzos de gran tamaño: San Cristóbal, El Nacimiento y La Presentación de la Virgen, del XVIII, un apostolado de escuela sevillana del XVII, etc. En la Capilla Bautismal encontramos una pila de estilo mudéjar.
Pese al saqueo que sufrió el templo durante la Guerra Civil, la parroquia conserva en la sacristía un interesante conjunto de orfebrería donado por los fieles tras la contienda. Se trata de una serie de piezas fechadas entre los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX realizadas por maestros plateros como Gallego y Ortega, Cárdenas, García y Gargallo o Bega y Herrera.
-La Cartuja de la Inmaculada Concepción Enclavado en plena sierra, a cinco kilómetros de Cazalla, este antiguo monasterio cartujo ha recibido la declaración de Monumento Nacional, y su restauración, el Premio Europa Nostra a la Conservación del Patrimonio Histórico y su Entorno, y el Premio Rolex al Espíritu Emprendedor. La historia de este lugar se remonta a la época musulmana, ya que donde hoy se levanta el monasterio pudo encontrarse el castillo del Caudillo de los Fihries, que gobernó en Al-Andalus hacia mediados del siglo VIII. Según la tradición, en el siglo XIV se llamaba El Castillejo, y en el Libro de la Montería se hace referencia a la afición del rey Pedro I el Cruel a acudir a la zona para cazar osos en invierno y en verano, junto con el príncipe de Gales apodado El Príncipe Negro. El monarca se hospedaba, al parecer, en un pabellón que probablemente no era otro que el Castillo de los Fihries. Posteriormente, en 1418, Fray Lope de Olmedo fundó un monasterio Jerónimo que pasó a pertenecer a la Orden de los Cartujos en 1476. Éstos permanecieron en el convento de Cazalla hasta su expulsión propiciada por la desamortización de Mendizábal en 1836. Posteriormente fue convertido en aprisco para el ganado, hasta que en los setenta se comenzó su restauración y el proyecto que la ha convertido en hospedería y centro cultural. Se accede al recinto a través de una gran portada de líneas clásicas, flanqueada por dos pilastras toscanas que enmarcan un arco de medio punto. A su izquierda se halla la casa del Monje Portero y a la derecha la capilla de los Peregrinos, una especie de capilla de afuera, tradicional en todas las cartujas. Siguiendo el eje de entrada al recinto, a cierta distancia del mismo, se encuentra el núcleo fundamental, compuesto por una iglesia y tres claustros. El templo, en proceso de restauración actualmente, presenta planta rectangular, con presbiterio, sagrario, sacristía y atrio. Una bóveda de cañón con lunetos cubre la nave, salvo en el presbiterio, que lo hace con una bóveda nervada de estilo gótico, que estaba decorada con frescos hoy perdidos. El sagrario, situado tras el presbiterio, se comunica con éste a través de dos puertas laterales y un gran vano central; su planta es cuadrangular, y se cubre con una falsa cúpula de tambor apoyado sobre pechinas. Esta dependencia estuvo decorada con interesantes pinturas, hoy prácticamente perdidas. En el muro derecho se adosa el claustro central, de planta cuadrada, que estuvo porticado en su origen. En torno a éste se disponen una serie de dependencias, como la Sala Capitular, la antigua Sacristía, la Sala de Profundis (o depósito de cadáveres) y el Refectorio. Un sistema de galerías comunica este patio con el Gran Claustro, llamado de Monjes (la zona más deteriorada), la parte trasera del templo y algunas estancias del Claustro de Legos. Éste último era el centro del monasterio y presenta planta rectangular, conservando la base de los pilares y el arranque de los arcos, así como una fuente en el centro. En la actualidad, la Cartuja se ha habilitado como hotel-hospedería, con recintos dedicados a actividades culturales, como exposiciones, grabación de discos
Un inglés descubrió la belleza de sus ruinas Sir James Guthrie, pintor inglés, romántico y bohemio, fue quien descubrió en 1973 la belleza que encerraban las ruinas de la Cartuja. Asentado en la localidad alicantina de Jávea, el artista, de 53 años, conoció en esta ciudad a una joven inglesa de 18 años de la que se enamoró perdidamente. Al darse cuenta de la fascinación que la muchacha sentía por los caballos le anunció su intención de viajar por Andalucía para comprar algunos ejemplares. Ella le pidió que la dejase acompañarle, a lo que el pintor accedió entusiasmado. Apenas sin dinero, recorrieron nuestra comunidad autónoma, y al pasar por Cazalla, un día, descubrieron la ruinosa Cartuja, que por entonces servía de cobijo para animales. La joven quedó prendada del monasterio y Guthrie, para impresionarla, propuso a su dueño comprársela. Gastó todo su dinero, unas 400.000 pesetas, en adquirir y restaurar una zona para vivienda. Vivieron juntos en este lugar, donde tuvieron un hijo, durante tres años, pero, finalmente, ella le abandonó por un hombre más joven. El pintor, desconsolado, decidió marcharse de la Cartuja, vendiéndosela a sus actuales propietarios. Desde 1977 su directora es Carmen Ladrón de Guevara y Bracho. Los monjes inventaron el aguardiente Una vieja leyenda local asegura que fueron los monjes de este convento quienes inventaron la bebida que ha hecho famosa a Cazalla en toda España: el aguardiente. Según esta historia, los cartujos habían creado una hospedería en el monasterio, donde no cobraban a los viajeros para atraer posibles compradores de sus productos, entre los que destacaba el vino, que preparaban también para la Misa. Un año de rica producción, al no saber qué hacer con su cosecha, al parecer decidieron crear una nueva bebida, y mezclaron vino con hinojo. Así, cuenta la leyenda, nació el aguardiente. Hoy quedan en el pueblo unas pocas destilerías de las catorce que llegaron a existir, entre las que se encuentran El Clavel, Miura y Roya.
La filosofía de un lugar donde pintó Zurbarán y se criaron los famosos caballos cartujanos Este mágico lugar aún conserva su filosofía inicial, según nos cuenta Carmen Ladrón de Guevara, su directora. Junto a un gran manantial de agua inagotable se ha conseguido recrear un lugar para la meditación, la paz y la calma: Es como estar en Galicia, pero dentro de un clima mediterráneo. La Cartuja es silencio y esto tiene sentido hoy día, en el siglo XXI, asegura Carmen. La dirección pretende poner en marcha un proyecto por el que los visitantes podrán conocer cómo era un día en la vida de los monjes cartujos, a partir de la interpretación de actores, y de esta forma convertir a la Cartuja en un monumento vivo donde las piedras hablen. Aquí pudo pintar Zurbarán algunas de sus obras más importantes, entre ellas San Hugo en el refectorio, extremo éste sin confirmar. También se criaban los famosos caballos cartujanos, especiales por los pequeños cuernos que les salen, señal que sólo aparece en las mejores razas.
Semana Santa en la Sierra. Cinco hermandades de penitencia realizan su recorrido procesional por las blancas calles y las empinadas cuestas de Cazalla en Semana Santa. La más joven es también la primera en salir: la Hermandad de la Sagrada Entrada de Jesús en Jerusalén, llamada La Borriquita, que lo hace en la mañana del Domingo de Ramos. En la tarde del Miércoles Santo realiza su estación de penitencia la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, siendo el barrio de la Fuente Nueva uno de los lugares más hermosos para admirar esta procesión, ya que en este lugar se produce en encuentro de ambos pasos, que salen por separado de su templo. El Jueves Santo, por la tarde, recorren la zona oeste del pueblo los titulares de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima de la Amargura, fundada en 1945. El mismo día desfila la más antigua, la Hermandad de la Santa Vera-Cruz y María Santísima de la Esperanza, que fue fundada en 1500. Su Cristo, sin embargo, es obra moderna, copia del popular Cachorro de Triana. La Semana Grande es clausurada por la procesión del Santo Entierro y Nuestra Señora de la Soledad, cuya hermandad tuvo como camarera de honor a la reina Victoria Eugenia de Battemberg y Habsburgo.
-Antigua Iglesia de San Benito Actualmente es de propiedad particular y se encuentra en periodo de restauración para albergar apartamentos. De origen gótico-mudéjar, presenta nave única, dividida en cuatro tramos mediante arcos transversales apuntados; su cabecera está compuesta a su vez por dos tramos: uno rectangular cubierto con bóveda casetonada y otro semicircular con bóveda avenerada. Exteriormente sus muros están modulados por contrafuertes de gran grosor, abriéndose en el lado izquierdo una sencilla portada renacentista. A los pies de la fachada se yergue una curiosa torre triangular.
-Antiguo Convento de Santa Clara Este antiguo convento alberga en la actualidad un instituto de enseñanza secundaria, por lo que ha sido reformado según su nueva función, perdiéndose, desgraciadamente, su primitivo aspecto. Su construcción data del siglo XVI, aunque fue remodelado en el XVIII. De la antigua edificación se conserva, modificado, el claustro y la espadaña, que se levanta sobre el muro derecho de la nave, realizada en ladrillo y formada por dos cuerpos.
-Iglesia del antiguo Convento de San Francisco Se encuentra este edificio en un pésimo estado de conservación, utilizándose, como almacén de bebidas en la actualidad, mientras que su claustro sirve como plaza de abastos. Del edificio destaca su espadaña, que se eleva sobre el muro de los pies; fechada en el primer tercio del XVII, está construida en ladrillo y consta de dos cuerpos: el inferior, que presenta vano serliano, y el superior, enmarcado por volutas con pináculos. También a los pies se abre una portada de estilo clasicista, que da paso a la única nave del templo. El Ayuntamiento tiene el proyecto de crear próximamente en su interior un pequeño albergue juvenil.
-Convento de Madre de Dios Este edificio, levantado en el siglo XVI, se reconstruyó tras el deterioro que sufrió en 1722. Fue saqueado durante los sucesos de 1936 y restaurado recientemente. En la actualidad, alberga el convento y escuela de las Hermanas de la Doctrina Cristiana. Cuenta su iglesia con dos portadas en el muro derecho, de estructura semejante, y flanqueadas por gruesos pilares. A los pies del mismo muro se sitúa la espadaña, realizada en ladrillo y compuesta por dos cuerpos. Interiormente presenta nave única dividida en cinco tramos, cubiertos con bóveda de cañón con arcos fajones y lunetos, además de un presbiterio con media naranja sobre pechinas. Aquí encontramos la imagen procesional de la Virgen de los Dolores y de Jesús Nazareno.
-Iglesia del Carmen Se halla este templo en el paseo del mismo nombre, siendo probablemente una primitiva obra mudéjar, a la que pertenecerían los muros externos de la capilla mayor, que fue totalmente reformada en el XVIII. Se trata de un pequeño edificio de una sola nave, dividida en tres tramos, con capilla mayor cuadrada, cubriéndose con bóveda semiesférica el presbiterio y con cañón con lunetos y arcos fajones la nave. A los pies se abre una sencilla portada adintelada, coronada por un frontón roto, ubicándose sobre ésta la espadaña. En su Retablo Mayor se abre una hornacina central con una talla de la titular, obra moderna de candelero.
-Ermita de Nuestra Señora del Monte La ermita dedicada a la querida patrona de Cazalla, la Virgen del Monte, se encuentra situada en un bello paraje natural de suaves montes cubiertos de olivares, a cuatro kilómetros de la localidad. Su construcción data de la segunda mitad del XVIII, y constituye un interesante ejemplo del barroco. Fue reformada durante el XIX y restaurada por alumnos de una escuela-taller de Cazalla hace unos años. El edificio consta de una sola nave, cubierta por bóveda de cañón con arcos fajones y lunetos, precedida de un pórtico y capilla mayor con camarín, que presenta media naranja sobre pechinas. El retablo, de un solo cuerpo dividido en tres calles por medio de estípites, aparece decorado con pinturas al fresco de la vida de la Virgen, fechándose el conjunto en el segundo tercio del XVIII. Una imagen de la Virgen del Monte lo preside, siendo talla moderna de vestir. El altar, por su parte, está decorado con azulejería de Triana del año 1935. Saliendo de la ermita por su pórtico central encontramos en una roca una fuente con un pequeño retablo de cerámica sevillana dedicado a la Virgen del Monte, realizado en 1756.
La cantante María del Monte lleva el nombre de su patrona
Según cuenta la tradición, en una gruta de un monte de la Sierra, cercano a Cazalla, un joven pastor encontró una hermosa imagen de la Virgen que decidió llevarse a casa envuelta en una manta que llevaba en su zurrón. Cuando llegó se percató de que la talla había desaparecido, por lo que, asombrado, volvió al lugar donde la había visto por primera vez, hallándola de nuevo dentro de la gruta. Pensando que se trataba de un milagro, se lo contó a sus vecinos, que pensaron que la Virgen quería quedarse en aquel monte, por lo que construyeron su ermita y, para recordar su aparición, colocaron en la cueva donde apareció un retablito de cerámica con su imagen. La devoción que los cazalleros sienten hacia su patrona se pone de manifiesto durante su popular romería, celebrada cada segundo domingo de agosto, llevándose en carreta de bueyes la imagen a la parroquia, seguida por todos sus fieles. En septiembre vuelve la Virgen del Monte a su ermita, trasladada en andas por las mujeres del pueblo. Debido al fervor que existe por la Virgen, María del Monte es un nombre muy popular en Cazalla. Un buen ejemplo de ello es la cantante y tonadillera María del Monte, natural de esta localidad, y que lleva por toda España con gran orgullo el nombre de su patrona.