Desde el punto de vista documental, la historia de Villanueva del Ariscal comienza en 1253, tras la reconquista de la zona por las tropas cristianas. Sin embargo, arqueológicamente, podemos deducir que su origen es mucho más antiguo, pues existen restos de núcleos humanos datados en el Neolítico.
En la época romana debió ser una de las numerosas villas que los patricios latinos construyeron en la comarca. De este período se conservan monedas, fustes, capiteles, ladrillos, tejas y más tarde, con la invasión musulmana, las villas se convirtieron en alquerías, continuando así con la explotación de la riqueza agrícola de estas tierras. Probablemente, su topónimo, que en la Edad Media no era Ariscal sino Aliscar, podría proceder de la forma árabe Al-Iscar. A partir de la victoria cristiana sobre los almohades, el término es adjudicado a la Orden de Santiago en el consiguiente reparto de tierras. Sin embargo, en el XVI la villa pasa a ser propiedad de los condes de Gelves, quienes se vieron enfrentados con el pueblo en numerosas ocasiones, por su injerencia en los asuntos de la administración local, a lo largo de casi tres siglos. Tras superar una grave crisis acaecida en el XIX, debido a las enfermedades que atacaron al principal cultivo local, la vid, Villanueva del Ariscal inició un lento pero constante proceso de crecimiento, incrementado en los últimos años a causa de la proliferación de nuevas construcciones y urbanizaciones en los alrededores del casco urbano.
CÓMO LLEGAR... -Situación: A 18 kilómetros de Sevilla por la A-49.
NO SE PIERDA -La Hacienda Viga Pata de Hierro. -La iglesia parroquial de Santa María de las Nieves.
Arquitectura civil
-Hacienda Viga Pata de Hierro Pertenece a la familia Góngora desde 1682, cuando don Rafael de Góngora y Delgado fundó esta conocida bodega en la Hacienda Pata de Hierro. Aún hoy se conserva en buen estado el edificio utilizado como vivienda, así como la vieja bodega y el lagar. En este último se conserva la auténtica joya del lugar, la viga de la prensa, que data de 1564. La pieza mide 17 metros y está fabricada con madera de pino de Flandes. Ha sido declarada Bien de Interés Cultural por ser la última de este tipo que continúa en funcionamiento, aunque sólo lo hace una vez al año: en septiembre el actual propietario de la bodega, José María Gallego Góngora, organiza una solemne y tradicional ceremonia de prensado de la uva con la viga de husillo y quintal, en la que, como antaño, se bendice el primer vino de la cosecha. El caballo de las patas de hierro Antiguamente, esta hacienda era conocida con el nombre de San Rafael. La razón del cambio de su nombre la explica una hermosa leyenda: cuentan que, por un mercado de compra y venta de ganado que se instalaba en la plaza de San Francisco, en Sevilla, paseaba siglos después de la Reconquista un joven descendiente de Al-Mutamid junto a su preceptor. El chico se fijó en un brioso caballo blanco y exclamó: ¡Mirad, parece que sus patas son de hierro! Al oirlo, el nuevo propietario del corcel, dueño a su vez de la Hacienda de San Rafael, decidió llamar así al animal, que, finalmente, acabó prestando su nombre a la misma hacienda. Madera de la última luna de otoño Al parecer, la madera con la que se fabricó la viga de la prensa fue cortada en la última luna de otoño, cuando, ante la proximidad del invierno, el árbol está más cargado de resina. Tal vez éste sea el secreto que mantiene viva y en funcionamiento a esta centenaria viga, pese a haber sido utilizada a diario hasta los años sesenta del presente siglo. Probablemente así ha evitado el ataque masivo de la temida carcoma y otros insectos. De hecho, cuando se acerca el verano, la madera segrega resina por algunos puntos.
1.Edificios religiosos
-Iglesia Parroquial de Santa María de las Nieves Originalmente, esta iglesia fue un templo mudéjar que, destruido en gran parte tras el terremoto de Lisboa, fue erigido de nuevo sobre los restos de la anterior construcción a instancias del cardenal Delgado y Venegas, hijo de la villa, siendo finalizado en 1777. De la primitiva fábrica se conserva la estructuración en tres naves y el arranque de la torre. En la actualidad, las naves están separadas por pilares y cubiertas por bóvedas de cañón rebajadas. Dos puertas se abren al exterior: la del muro derecho es sencilla, formada por vano de medio punto rematado por frontón triangular; la del izquierdo es adintelada y aparece coronada por un frontón roto donde se incluye una hornacina rematada en un jarrón con la cruz de Santiago, Orden a la que el pueblo perteneció durante siglos. A los pies se erige la torre, que consta de dos cuerpos cuadrangulares y un remate piramidal cubierto por azulejos. Delante de ésta, en el lugar donde debería hallarse la puerta de los pies, existe un cuerpo de menor altura con óculo central y decoración de pinjantes geométricos, que corresponde interiormente con el coro. El interesante retablo mayor está fechado en el XVII, figurando en su hornacina central una imagen de la Virgen de las Nieves, escultura barroca de tamaño natural del XVIII. Por encima se ubica un excelente relieve de Santiago, siendo la única imagen que corresponde al retablo. En las calles laterales se encuentran diversas pinturas que representan a San Juan Bautista, San José, San Pedro y San Pablo. En el presbiterio, ante el retablo, se sitúan dos valiosas imágenes: la de Santa Catalina, obra de Francisco de Ocampo, del XVII, y la de San Sebastián, talla de estilo manierista de finales del XVI. En la nave derecha encontramos al principio una imagen de Santiago, patrón de la villa; más adelante, una hermosa talla de San José con el Niño de la segunda mitad del XVIII, así como un retablo que alberga un Crucificado gótico, muy semejante al Cristo de San Pedro, de Sanlúcar la Mayor. En la misma nave se halla un lienzo de la Divina Pastora, de finales del XVIII, y una imagen de vestir de la Virgen del Rosario, del mismo siglo, en la capilla sacramental. En el lado izquierdo hay que destacar una talla de la Virgen de los Dolores de Montes de Oca y una hermosa Inmaculada del XVII. ESCAPARATE: Tesoros de Santa María de las Nieves Algunas de las piezas más interesantes que guarda este templo no son imágenes, pinturas u orfebrería. Y es que la iglesia de Santa María de las Nieves conserva, además de una rica imaginería, una valiosa colección de azulejería mudéjar datada en los siglos XIV, XV y XVI, que originalmente cubría los techos y hoy forma un hermoso zócalo que rodea altares y muros. Igualmente, se pueden destacar las pilas de agua bendita realizadas en jaspe rojo, una magnífica lámpara rococó de plata, el órgano dieciochesco, que aún se utiliza para ofrecer conciertos de música sacra, y el coro, con su sillería neoclásica de madera tallada.
-Ermita de San Miguel Se sitúa esta ermita en uno de los extremos del casco antiguo de la ciudad. Es un edificio de sencilla factura, formado por una sola nave cubierta por bóveda de medio cañón y cúpula en la cabecera. La portada del lado izquierdo aparece rematada por una espadaña y la de los pies muestra un azulejo que representa al titular, el arcángel San Miguel, del siglo XVIII. El interior, muy restaurado, guarda la imagen de la patrona de la localidad, la Inmaculada Concepción.
La Semana Santa La procesión del Viernes de Dolores Sólo un día pueden disfrutar los vecinos de Villanueva del Ariscal de los tradicionales desfiles de la Semana de Pasión. La particularidad de esta ciudad es que su única hermandad de penitencia, la del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y Virgen de los Dolores, procesiona el Viernes de Dolores, convirtiéndose así en la más temprana. Tal vez por ello, acudan en esta fecha a la localidad visitantes y devotos de todo el Aljarafe. La fiesta del Corpus en julio. El 25 de julio, onomástica del patrón de la villa, Santiago, procesiona éste por las calles de la población acompañado por la patrona, la Inmaculada Concepción, y el Corpus Christi, que lo hace gracias a un privilegio real otorgado hace siglos, por el cual la localidad podía retrasar la celebración del Corpus hasta una fecha en la que hubieran finalizado las labores agrícolas.