
El Madroño está situado en las estribaciones de la Sierra de Aracena. Sus tierras fueron pobladas desde el Calcolítico, como atestiguan diversos vestigios encontrados en el término. Asimismo, se han hallado restos romanos y musulmanes.
Con la repoblación, que siguió a la Reconquista, nacieron los cuatro núcleos que dependen de la villa: El Álamo, Juan Antón, Juan Gallego y Villagordo. A mediados del siglo XVII, la aldea de El Madroño contaba con una población de 35 familias. Por esas fechas pasó a depender administrativamente de la vecina localidad de El Castillo de las Guardas, aunque siempre conservó su identidad. La segregación no llegaría hasta 1921, propiciada y alentada por la compañía que explotaba las cercanas minas de Ríotinto, que atravesaban una época de esplendor, empleando a gran parte de la población de la zona. La autonomía administrativa se consiguió tras llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento de El Castillo de las Guardas. Tenía entonces el nuevo municipio 1.500 habitantes, número que hoy en día, debido a la inmigración de los años sesenta, ha disminuido considerablemente.
CÓMO LLEGAR Situación: A 67 kilómetros de Sevilla capital por la C-431 y la N-630. Extensión: 103 kilómetros2. Habitantes: 385.
DÓNDE QUEDARSE -En alojamientos particulares.
NO SE PIERDA -Las magníficas colecciones de relicarios que poseen las hermandades de las Cruces.
1.Edificios religiosos (ojo: no tiene semana santa este pueblo)
-Capilla de la Cruz de Arriba Restaurada recientemente, presenta nave única. Sólo una portada se abre en sus muros, decorados con azulejería azul y blanca moderna. -Capilla de la Cruz de Abajo Situada en la zona baja del pueblo, este edificio, como el anterior de nave única, es obra de mediados del siglo XX. La tradición de las Cruces Los habitantes de esta localidad se encuentran divididos por su devoción hacia dos cruces: la de Arriba y la de Abajo. Esta tradición, de influencia onubense, es característica de la comarca donde se ubica El Madroño, lindante con la provincia de Huelva. Existen testimonios de su celebración desde el siglo XVIII, aunque su origen podría ser muy anterior y proveniente de una fiesta pagana cristianizada. La Hermandad de la Cruz de Arriba celebra su multitudinaria romería en el mes de mayo, mientras que la popular Hermandad de la Cruz de Abajo lo hace en julio. Son días que los madroñeros viven con especial fervor y alegría. Cada año se eligen entre los hermanos un mayordomo y una mayordoma, que protagonizan la romería ataviados con sus mejores galas. Por la noche la romería se cierra con baile y fuegos artificiales.
Tesoros de la Cruz de Arriba y la Cruz de Abajo Tanto la Cruz de Arriba como la de Abajo son engalanadas para sus romerías con relicarios de plata pertenecientes a las hermandades o a particulares. Estas piezas constituyen una singular colección orfebre fechada en los siglos XVII, XVIII, XIX y XX. Algunas de ellas son obras de plateros renombrados como Caro, Quesada, Cárdenas y Vázquez. Las piezas mostradas en esta obra pertenecen a una familia de la Hermandad de la Cruz de Abajo.
-Iglesia de San Blas Se trata de una construcción de la primera mitad del siglo XVI, reformada en el XVIII. Consta de una sola nave rectangular de cinco tramos separados por cuatro arcos transversales de medio punto y cabecera cuadrada, a la que se accede por un arco conopial muy rebajado. La cubierta, de origen reciente, es a dos aguas salvo en el caso del presbiterio, que presenta bóveda de crucería de nervios diagonales. A los pies se abre una portada dieciochesca, compuesta por un vano de medio punto entre pilastras, rematado por un entablamento liso y un frontón recto y roto. En el muro derecho se sitúa otra portada, en este caso del XVI, formada por arco de medio punto flanqueado por medias columnas toscanas sobre altos pedestales; un entablamento corrido y liso y un frontón de triple inflexión coronan el conjunto. El altar mayor está dedicado al titular del templo y patrón de la villa, San Blas, siendo ésta imagen moderna, al igual que la talla de la patrona, la Virgen del Rosario. Más antiguos son dos lienzos que se muestran en los muros de la iglesia: La Anunciación, del XVII, y una Dolorosa del XIX.
2.Restos arqueológicos En un cerro llamado El Riscal, afloramiento rocoso de esquistos, situado cerca del casco urbano, se conservan ocultos por grandes bloques de piedra una serie de grabados rupestres datados en la Edad del Bronce Medio. Realizados mediante incisiones en la roca, se distribuyen en grupos, aunque también existen algunos aislados del resto. Los motivos son diversos, predominando los círculos simples o espirales y los de formas de escudo o escutiformes. Se trata de los primeros petroglifos de estas características descubiertos en la provincia de Sevilla.

