Mujer hoy entrevista a la actriz, nominada a un premio de la Academia de Cine.

“Mis apuestas son Elena Anaya, José Coronado y la película de Mateo Gil”.

“Katmandú no es en absoluto ese lugar idílico espiritual y zen donde todo el mundo es sereno y feliz”.

Ha recibido una nominación a los Goya por cada uno de los papeles que ha protagonizado. ¿A la tercera irá la vencida? hubo un tiempo en el que temió quedarse estancada en la imagen de una joven de belleza insolente, arrogante y descarada. Fue después de meterse en la piel de “Yo soy la Juani” que le hizo merecer su primera candidatura a los Goya. No fue así. Volvió a estar entre las candidatas por su interpretación de una yonqui en “El patio de mi cárcel”, y este domingo podría llevarse por fin el galardón por “Katmandú, un espejo en el cielo”, la última película de Icíar Bollaín.

Verónica Echegui ha hablado con Mujer Hoy y no le ha importando confesar que para ella, “sería una grandísima sorpresa” que le dieran el Goya. Apuesta por Elena Anaya como ganadora, y también por José Coronado y la película “Blackthorn”, de Mateo Gil.

La actriz reconoce que “ha sido difícil trabajar con Icíar Bollaín”. “Es muy exigente y había muchos obstáculos – explica--. No había tiempo para hacer el trabajo como a mí me habría gustado”. Respecto a Nepal, reconoce que “el país tiene cosas maravillosas, pero me llamó la atención la tristeza que se respira en la capital. Hay una violencia latente que está siempre presente, abusos, machismo... No es en absoluto ese lugar idílico espiritual y zen donde todo el mundo es sereno y feliz”.

Verónica está acostumbrada a papeles duros como el de “Yo soy la Juani”, “El patio de mi casa” y The cold light of day”, la película americana que ha hecho con Bruce Willis, y se muestra feliz con su última película “Seis puntos sobre Emma”, la ópera prima de Roberto Pérez Toledo. “Ha sido el mejor rodaje de mi vida—afirma--. Es una película preciosa. El director nos dejó mucho espacio, confió mucho en nosotros”.

Reconoce que es una actriz “valiente” a la hora de aceptar papeles, pero confiesa que a partir de ahora pueden cambiar las cosas. “Me voy a relajar un poquito y voy a intentar hacer cosas más facilitas”. Y dice que le gustaría mucho ser madre, “pero no tengo prisa”.