Alejandro Talavante cortó un trofeo en el primero de su lote.
José Mari Manzanares ha vuelto a hacer historia en la plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla al cortar cuatro orejas y atravesar a hombros la Puerta del Príncipe. El torero alicantino ha tenido una tarde muy completa, sabiendo aprovechar las condiciones de los toros de Victoriano del Río que le cayeron en suerte. También Alejandro Talavante alcanzó un buen nivel y cortó una oreja en el primero de su lote. Padilla reapareció de forma emotiva en la Maestranza después de su grave percance del año pasado.
Ficha:
Se lidiaron toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés, bien presentados y de buen juego. Destacaron segundo, tercero y quinto.
Juan José Padilla, ovación y ovación.
José Mari Manzanares, ovación y ovación.
Alejandro Talavante, oreja y ovación.
Lleno de 'no hay billetes'.
Comentario:
El diestro José Mari Manzanares ha cortado cuatro orejas y ha salido a hombros por la Puerta del Príncipe en una tarde histórica. El torero ha vuelto a cautivar a la afición de Sevilla con dos faenas plenas de talento y calidad. La tarde también deparó una buena faena de Talavante y el reencuentro de Juan José Padilla con la afición de Sevilla, que estuvo cargado de emoción.
La tarde comenzó con una ovación de bienvenida a Juan José Padilla que cargó de emoción el ambiente. El torero volvía a Sevilla después del terrible percance de Zaragoza. Después de protagonizar un buen tercio de banderillas, Padilla brindó el toro del reencuentro al público de la Maestranza y se gustó en una primera serie de derechazos vertical y metiendo los riñones. En la segunda el de Victoriano del Río estaba prácticamente desfondado. Tuvo fuelle para un par de tandas por el izquierdo en las que también hubo buenos muletazos. Al final se arrimó y mató de pinchazo y estocada. Fue ovacionado.
Al segundo de su lote lo toreó muy bien a la verónica. En cambio, el tercio de banderillas fue irregular, salvándolo con un último par al violín. Comenzó sentado en el estribo con buenos muletazos con la rodilla flexionada. La pena es que el toro se paró y no transmitió nada, desluciendo todos los intentos del torero jerezano. Insistió hasta que el animal se rajó por completo y mató de buena estocada. Ovación.
Manzanares puso variedad y calidad en el recibo de capa al segundo de la tarde. Talavante hizo un buen quite por delantales en su turno. En la muleta comenzó al natural llevando al toro, haciendo su embestida. En la segunda tanda ya ligó y subio el tono ambiental. Pasó a la derecha y se gustó, rematando con un largo cambio de mano. Siguió con otra serie mas con la derecha y cambió a la zurda. Remató con una tanda ligada por la derecha abrochada con un gran pase de pecho. Mató recibiendo y cortó dos orejas.
En el quinto completó una tarde para la historia. Para empezar, dio buenos lances a la verónica. El toro derribó al caballo de picar y en banderillas la cuadrilla de Manzanares le hizo la lidia perfecta, brillando Curro Javier en la brega y con los palos Juan José Trujillo y Luis Blázquez. Los tuvieron que saludar montera en mano. Muleta en mano, Manzanares supo dar tiempo al toro y templarlo al natural desde el primer momento. Con la derecha hubo dos series al ralentí. El toro hizo amago de rajarse pero Manzanares lo aguantó a base de temple y de hacerlo todo con mucha cabeza. Hubo una serie al natural espléndida rematada con un trincherazo. La que siguió por la derecha fue sublime por trazo y duración de los muletazos. El público en ese momento era consciente de estar asistiendo a una faena memorable. Manzanares volvió a citar en la suerte de recibir y aguantó hasta un parón del toro antes de dejar una estocada hasta la bola.
Talavante se llevó al tercero a los medios y comenzó toreando con suavidad por el lado derecho. Fueron tres series dejando la muleta y ligando. A la tercera sonó la música. Al natural lo llevó y aguantó parones del toro. Volvió a la derecha y dio paso a un toreo variado con aroma mexicano. Terminó con bernardinas ajustadas y recetó una estocada. Oreja.
El sexto fue más complicado en el capote, sin prestarse al lucimiento. Talavante brindó al público y sacó mucho partido a un toro que tuvo más que torear. Logró series de mérito tanto por el lado derecho como al natural. Construyó una faena de mucho mérito y al final se pegó un serio arrimón hasta exprimir la última embestida del toro. Pinchó antes de dejar una buena estocada y fue ovacionado.