El ciclista Antonio Gómez del Moral ha sido el protagonista de la actividad que El deportista y su memoria que anualmente organiza la Federación de Periodistas Deportivos de Andalucía, FPDA.
El Círculo de la Amistad de Cabra fue el escenario de la charla protagonizada por el mítico ciclista egabrense con la colaboración entrevistadora del periodista granadino y buen conocedor del ciclismo Paco Anguita.
El ciclista más laureado del pelotón andaluz mostró su perfil más humano y desgranó sus recuerdos en su Cabra natal. Nacido el 15 de noviembre de 1939 se hizo ciclista a la sombra de su hermano José. Su primer premio ganado fue un cartucho de caramelos por la victoria en una prueba en la plaza de toros de Cabra. Aquel muchacho que con pantalones cortos ya trabajaba vendiendo carbón y leña en Lucena hasta que mi padre se dio cuenta que ganaba más con la bicicleta que como carbonero.
Su primera bicicleta, una Ortegui. Carreras en El Viso, Carmona, Dos Hermanas salidas a entrenar a Priego, Lucena, Montilla. Ya corrí la Vuelta Andalucía como independiente. Al año siguiente fiché en el equipo Licor 43. Con 19 años ganó una etapa en la Vuelta a Bilbao. Al año siguiente Bernardo Ruiz me firmó como profesional por mil pesetas con compañeros como Cruz, Suárez, el valenciano Angelino Soler, pensé he resuelto el problema de mi familia comentaba con una sonrisa recordando los comienzos de una carrera como corredor que comenzó en 1957 y acabó en 1972.
Buen rodador y destacado en las subidas. Destaca como segundo en la montaña en la Vuelta Andalucía. Ganador de etapas en Portugal, Levante. Gana etapa Orense-Zamora en la Vuelta a España de 1960 persiguiendo a toda una figura como Bahamontes. En 1961 ficha por el Faema, se suceden las victorias de etapa en distintas pruebas y resulta quinto en la Vuelta a España. Los mejores años de mi vida -comenta emocionado- muchas veces tuve que esperar al líder cuando iba escapado... Tour del Porvenir, la Dauphine liberé. Los franceses y holandeses nos superaban porque eran auténticos molinos en el llano, pero en las subidas...
En 1963 compite con el equipo Faema-Flandria. Lo pasaba mal en los pelotones de 150 corredores sobre pavés. Una temporada de mucha regularidad, y muchos sacrificios y esfuerzos en aquella época dura para el ciclismo andaluz. Firma por la Ignis de Italia para seguir sumando éxitos en el país transalpino, en Portugal y por toda España. Llega su fichaje por el Kas en 1965 con los mejores del ciclismo español y su mejor año de éxitos deportivos junto a su boda con Mari Carmen Aguilera un 25 de octubre tras el Giro de Lombardía. Campeón de España en Mallorca, campeón de la Volta a Cataluña. Formó la selección andaluza con Joaquín y Manolo Galera, y fue undécimo en el Campeonato del Mundo en San Sebastián.
En 1966 sigue ganando trofeos con el Kas. Anquetil no temía a los hombres sino al equipo en conjunto. El éxito era que no había una gran figura sino grandes hombres Echevarría, Vélez Y otras victorias y muchos segundos puestos. Con Tarangu -recuerda- que subía como una moto por aquellas montañas de Navarra
Cuatro días fue la maglia rosa del Giro de Italia en 1969. Llegamos muy bien preparados, gané la tercera etapa y bajando el último puerto. Perdí el liderato por una caída. Seguí varias etapas con la cabeza vendada. Corrí unos 25 kilómetros con el conocimiento prácticamente perdido. Si no me llego a caer habría aguantado más. Al día siguiente de la caída, tras todo lo sucedido, fui décimo en la subida al Etna. Eran otros tiempos, recuerda.
Siguen pasando años y naciendo sus hijos. En 1969 ganó la Vuelta a Andalucía. El año anterior había tenido una lesión de una fisura por una caída en Llodio. Aquél año empecé antes y me preparé a conciencia para ganar a Lasa. El Gran Premio muñecas de Famosa. Buenos puestos en Europa, los valles mineros de Asturias y un sinfín de éxitos deportivos.
En 1970 gana etapa en la Vuelta a Badajoz y abandona por el fallecimiento de su madre y de su padre al día siguiente y a quienes enterraron juntos. Después de aquello Langarica no apostó por mi pese a que yo quería terminar mi carrera deportiva en el Kas, pero firmé por el Karpy y con ganas de revancha y tuve buenos resultados en mis últimas temporadas.
Vivió en primera persona la muerte de su entonces compañero de equipo Manuel Galera en el Puerto del mojón de Cabra y su hermano le reclama en el negocio de la tienda de bicicletas. Fundó un equipo de veteranos, un club ciclista y comenzó a organizar pruebas y rutas. Conoció a Luis Cuevas quien le fichó como director de carrera para la ronda andaluza. En 1988 se presentó a las elecciones de la Federación Andaluza Eso fue una odisea. Pensaba que si mi nombre podía servir para potenciar el deporte andaluz no debía quedarme en casa. Después de dejar la bicicleta añoraba mi equipo andaluz. Soy un enamorado de Andalucía y de mi tierra y había que cuidar a los corredores andaluces. Nos encontramos con gente que no ganaba nada pero no se iba.
Un puntal de aquel gran equipo del Kas, maglia rosa del Giro, campeón de España en ruta, éxitos en Vuelta a España, leyenda del Deporte de la Junta de Andalucía en 1990 y medalla de oro al mérito en el trabajo del Gobierno español en el 2012. El director de la Vuelta a Andalucía desde los años 80 desgranó vivencias en un acto emotivo al que asistieron el alcalde de Cabra, Fernando Priego, el director del equipo ciclista Andalucía, Antonio Cabello, aficionados al ciclismo y familiares y amigos de toda una leyenda como Antonio Gómez del Moral que se despidió de la charla con la frase: Me habéis hecho muy feliz.
En anteriores ediciones de El deportista y su Memoria fueron protagonistas Rafael Gordillo, Fernando Hierro, Antonio Jesús López Nieto, Javier Imbroda, José Manuel Moreno Periñán, Theresa Zabell, Ignacio Rodríguez, Antonio Carlos Ortega y Miguel Reina.