Desde el Grupo Ecologista C.A.N.S, iniciamos una nueva campaña de sensibilización esta vez dirigida hacia las aves insectívoras.
El Grupo Ecologista CANS ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que colabore en la eliminación de la antigua práctica de cazar aves insectívoras en estas fechas cuando realizan su paso invernal hacia África procedentes de Europa.
El grupo de amigos de la naturaleza local asegura que este tipo de prácticas pueden reducir dramáticamente la población de estas pequeñas aves que son muy beneficiosas para los humanos, especialmente en el control de plagas. Por otra parte, la costumbre de consumir estos pajaritos supone un altísimo riesgo para la salud de las personas, ya que, al alimentarse, ingieren al mismo tiempo cantidades significativas de plaguicidas. Rafael Ruiz López también ha alertado de las elevadísimas sanciones económicas que puede acarrear la caza de aves insectívoras, actividad muy perseguida por el Servicio de protección de la naturaleza de la Guardia Civil.
Las aves insectívoras corresponden a un grupo numeroso de diferentes especies que migran, pasando el invierno en nuestro pueblo, uniéndose a las que residen aquí. Cada otoño atraviesan nuestras tierras y paisajes en su camino a África y muchas de ellas optan por invernar en nuestras latitudes. Cada otoño nuestros campos y jardines se inundan de alegría y colorido con la llegada de estas aves, cuya dieta principal está compuesta por insectos. Estas aves son imprescindibles para el mantenimiento del equilibrio ecológico, ya que actúan como auténticos insecticidas biológicos vitales para el hombre y los cultivos agrícolas al controlar el avance de plagas. Llegan a capturar más de 2,5 Kg. de insectos al año.A pesar de las importantes funciones que realizan cada año millones de ellas son capturadas ilegalmente. La finalidad de estas capturas es el comercio ilegal con diversos fines, tales como su explotación y utilización como pájaros de jaula e incluso para su consumo.Sin embargo, esto está penado por la ley y además por no estar sometidas a control sanitario, su ingestión puede resultar muy perjudicial para la salud humana. Su captura y comercialización está prohibida, pudiendo imponerse a los infractores multas que alcancen los 60.000 euros.
Por todo esto lanzamos un S.O.S al pueblo de Chipiona, por lo que pedimos la ayuda y colaboración a personas o entidades, para que denuncien a quienes las capturen, comercialicen y consuman.