El matador de toros José María Manzanares y el novillero sevillano Lama de Góngora han sido los triunfadores del festival celebrado esta tarde en la plaza de toros de Sevilla a beneficio de Cruz Roja y el Banco de Alimentos. Con muy buen ambiente en los tendidos, el festejo no ha registrado más triunfos por el fallo a espadas de los toreros.
FICHA DEL FESTEJO:
Se lidiaron astados, por este orden, de El Vellosino, Garcigrande, Victoriano del Río, El Pilar, Núñez del Cuvillo, Juan Pedro Domecq y un sobrero de Domingo Hernández, de juego desigual.
Morante de la Puebla, ovación.
El Juli, ovación.
El Cid, ovación.
José María Manzanares, oreja.
Alejandro Talavante, ovación.
Lama de Góngora, ovación y una oreja en el sobrero de regalo.
Más de tres cuartos de entrada en tarde agradable.
CRÓNICA:
Morante dejó buenos lances a la verónica y remató con buenas medias en el recibo al primero de la tarde. El toro de El Vellosino estaba justo de fuerza y fue cuidado en el caballo. Morante brindó al público y se ayudó por alto para paliar la falta de fuerza de su enemigo. En el comienzo de faena de adornó con molinetes y un cambio de mano de gran belleza. En la primera serie diestra se gustó toreando con naturalidad y sin forzar la embestida de su enemigo. En la segunda también hubo temple y calidad. Al natural primero afianzó al débil animal y después se gustó en una buena segunda tanda. Aprovechó muy bien a su oponente en una faena que tuvo fases de su gran calidad torera. Dejó un bonito final genuflexo y ya con la espada de verdad en la mano le dio otra tanda de naturales como remate de la faena. Pinchazo y estocada casi entera. Ovación.
El Juli se lució con el capote, en especial en el remate del recibo. El de Garcigrande manseó en los primeros tercios. El torero madrileño se gustó ya en la primera serie con la derecha que remató con un bonito muletazo por bajo. Ligó los muletazos en la segunda tanda a base de dejar la muleta en la cara. Al natural el toro no respondió bien, haciendo hilo y mirando al torero. A pesar de esta complicación, Juli sacó algunos naturales estimables. Y fue en la siguiente serie diestra cuando la faena subió de intensidad. Después buscó el terreno de cercanía y se la jugó y acabó de exprimir a su oponente en una labor de mucho mérito. Se le fue la mano al matar y la espada cayó muy baja, perdiendo ahí la oreja merecida. Mató a la segunda y fue ovacionado.
El Cid voló muy bien el capote en el recibo al tercero, luciéndose a la verónica. La faena la comenzó directamente al natural dando muletazos limpios a un toro que se rebrincaba. En la segunda serie corrió muy bien la mano y en el remate resbaló y cayó en la cara del toro sin que este hiciera por él. Dio otra serie buena al natural antes de cambiar de pitón. Por el lado derecho el toro no fue claro pero El Cid logró meterlo también en la muleta con gran mérito y cerró la faena con bonitos muletazos por bajo. Pinchó dos veces antes de dejar una estocada.
Manzanares comenzó su actuación con lances extraordinarios, lentos y de gran empaque, que remató con bonita media. Con la muleta sacó el toro de El Pilar a los medios y dio una primera serie de derechazos enorme. La segunda también fue buena, ligada y templada. Cambió a la zurda y el toro por ese lado tenía menos recorrido. Cuando volvió a torear con la derecha, la faena subió de nuevo a pesar de que el toro ya estaba bastante agotado. Se empeñó en matarlo en la suerte de recibir y pinchó en un primer intento. A la segunda entró al volapie y logró una estocada pero el toro tardo en caer. A pesar de ello le concedieron una oreja.
Alejandro Talavante recibió con soltura al astado de Nuñez del Cuvillo, al que se encargó que picaran poco. También se lució en el quite. Al de Cuvillo le faltó emplearse de verdad en la muleta y Talavante estuvo por encima logrando buenos momentos con la derecha intentando poner lo que le faltaba a su enemigo. Sacó partido de este modo de un toro limitado. Mató de estocada defectuosa y recibió una ovación.
Lama de Góngora puso ganas en el recibo de capa al sexto, al que le costaba humillar y que quedó muy parado después del primer puyazo. Lama le dio una primera serie buena que calentó el ambiente y a partir de la segunda el novillo empezó a desentenderse y fue a menos. El novillero se empleó para sacarle todo el partido posible en una labor de mérito y esfuerzo ante un enemigo poco apto. Mató de estocada. Ovación.
Ante la falta de colaboración de su enemigo y de acuerdo con los demás toreros, Lama de Góngora pidió el sobrero y lo recibió con tres largas cambiadas y variedad capotera. Brindó a todos los integrantes del cartel y supo dejar la muleta puesta para recoger muy bien la embestida del toro. Pero cuando más nivel alcanzo la faena fue cuando se echó la muleta a la zurda para dar tres naturales muy buenos y rematar con un cambio precioso. Fue una labor llena de detalles de buen gusto que remató de pinchazo y estocada para cortar una oreja.