El sevillano Manuel Olmo afronta desde este domingo, 6 de abril, uno de los grandes retos de su carrera deportiva, el Maratón des Sables. El atleta amateur hispalense, socio del Club Náutico Sevilla, será uno de los 47 españoles que afronten la mítica prueba de autosuficiencia, a disputar en el Sáhara marroquí a lo largo de 240 kilómetros divididos en seis etapas.
A sus 41 años y tras practicar el tenis hasta los 20, este profesional de la industria farmacéutica de 41 años, padre de familia numerosa, se enfrenta sin duda la prueba de más dureza de su trayectoria como ultrafondista, que incluye hasta cinco ironman. Para ello, Manuel Olmo, que llevará el dorsal 1133, se ha preparado a conciencia los últimos meses, contando entre otros con la colaboración, además de una entrenadora personal, de las tiendas Bazar Juvenil y Emotion Running Aljarafe, especializadas en material de aventura y atletismo y triatlón, respectivamente.
"Ya solo me quedan horas para enfrentarme al reto deportivo de mi vida. A medida que se acerca el momento la tensión, nervios y, sobre todo, la emoción van en aumento. Han sido meses de preparación a nivel físico y mental duros que se han acentuado en los últimos días. Todo ha sido muy intenso. Sólo puedo decir que me siento preparado para poder cumplir mi sueño. Soy muy consciente de que va a ser muy duro y difícil lograr llegar a meta y de que voy a pasar por momentos muy complicados, pero tengo plena confianza de que estoy capacitado para superar la adversidad y voy con la tranquilidad de que saber que lo daré todo. Todo está listo, todo preparado, nunca he estado en mejor forma física y mental. Voy a tope. A ilusión no me ganará nadie y mi lema es claro: avanzar y resistir. Correr hacia el horizonte".
A través de la PAGINA WEB OFICIAL de la prueba podrá seguirse la evolución en la misma del corredor sevillano, que intentará en la medida de lo posible actualizar su página personal de FACEBOOK con un pequeño diario sobre su aventura in situ.
LA PREPARACION "En la preparación de un reto como el Maratón des Sables, lo más complicado para un corredor amateur, como es mi caso, es clave dominar la integración de los entrenos con la vida familiar y laboral para gestionar el poco tiempo disponible. En la parte física he entrenado como si estuviera preparado un triatlón distancia ironman: natación, ciclismo y carrera a pie. A medida que se ha ido acercando el reto he ido haciendo entrenamientos más específicos, por ejemplo empezando a correr con mochila, aumentando progresivamente el peso y buscando terrenos arenosos y con más calor, para simular las condiciones del desierto.
En cuanto a la alimentación, además de llegar en un peso óptimo, he simulado las condiciones del desierto, aprendiendo a correr con hambre, ya que es lo que me encontraré en Marruecos. Mi cuerpo debe estar adaptado a esta situación.
En la parte mental, que es la más importante, hay que estar muy bien preparado para este tipo de desafíos y saber mantener siempre una buena motivación. Esto es difícil de ponerlo en práctica y hay que acudir a la prueba sabiendo que habrá momentos muy bonitos pero también muy duros. Justo ahí es donde la mente tendrá que sobreponerse a la situación que seguramente será extrema. Tener un buen nivel de motivación es fácil, ya que acudir al Maratón des Sables es un sueño que tengo desde hace muchos años y mantengo la ilusión de cruzar la meta y vivir la experiencia".
LA PRUEBA El MARATHON DES SABLES es una de las carreras de larga distancia más duras del mundo. Durante seis días, los participantes deben recorrer 240 kilómetros de desierto del Sáhara marroquí, con etapas de 20 hasta 80 kilómetros. Por si fuera poco, los corredores deben sufrir temperaturas que rozan los 50º y cargar su equipo y comida para toda la prueba.
Después de 28 ediciones, el MARATHON DES SABLES se ha convertido en emblema de superación para deportistas de todo el mundo, que sueñan con participar en un auténtico reto deportivo salpicado de osadía, compañerismo y aventura.
El MARATHON DES SABLES es una carrera a pie, por etapas, en autosuficiencia alimenticia y en libertad de ritmo sobre una distancia de 240 km aproximadamente, con la obligación para cada participante de cargar su equipo que incluye la comida y el material obligatorio. Es una prueba deportiva, pero sobre todo es un reto personal, una lucha contra el calor, la distancia, la arena del desierto y la mente.
El MDS se desarrolla es el Sahara sud-Marroquí. Es una prueba de siete días de duración durante los cuales se disputan seis etapas. Durante los siete días cada corredor debe ser autosuficiente. Cada uno debe cargar su comida y todo aquello que necesite o crea que puede necesitar a lo largo de los 240 Km. Mochila, saco de dormir, gorra etc. se convierten en compañeros inseparables durante una semana. El kilometraje de las etapas es aproximadamente el siguiente: 1ª 30Km, 2ª 30Km, 3ª 40Km, 4ª 80Km, 5ª 40Km, 6ª 20km. El terreno es desértico variado, piedras, zonas de antiguos lagos secos y sobre todo dunas de arena.
Vivir en el desierto, enfrentarnos a nuestros miedos, prisas y sueños en un entorno inhóspito y a la vez mágico donde lo único que importa es cada paso y finalizar la etapa para llegar al campamento y volver a encontrar a los amigos. Este sentimiento podría definir al Marathon des Sables, la carrera pionera que se celebra ininterrumpidamente desde 1985 y en la que se han inspirado todas las demás pruebas desérticas.
El Marathon des Sables es una de las carreras más exigentes del mundo, el reto de muchos atletas de élite y de otros que, sin poseer una forma física excelente, quieren probarse a si mismos en una lucha donde lo más importante no son las piernas, sino la voluntad y el tesón para seguir adelante.
Siete días y seis etapas definen este recorrido que aumenta progresivamente la distancia a recorrer cada día, atravesando las mayores dunas del Sahara y llanuras interminables de desierto.
Patrick Bauer es el alma mater, su creador y director. Su buen hacer y su experiencia se plasman en una organización perfecta. Atlantide Organisation Internationale lo tiene todo bajo control: más de 400 personas de organización se distribuyen el trabajo diario. Es como una pequeña ciudad itinerante. Más de 50 médicos supervisan y cuidan constantemente a los corredores, dos helicópteros sobrevuelan el recorrido, los 120 vehículos de organización patrullan permanentemente cerca de los participantes, un equipo se encarga de montar y desmontar el campamento y hasta un camión incinerador de basuras sigue la competición para que el desierto regrese a lo normalidad después de el paso de los corredores.