El futuro del piragüismo sevillano sigue en el aire. Al menos para cinco de sus clubes, obligados por parte del Ayuntamiento de Sevilla a reubicarse junto a la Torre Schindler, en las instalaciones de lo que en su día fuera la Escuela Municipal de Vela. Dicho emplazamiento, colindante con el puente del Cristo de la Expiración, junto a Puerta Triana, ha sido presentado a los implicados esta semana por parte del Instituto Municipal de Deportes, con un resultado incierto a pesar de la idoneidad del espacio, con acceso directo al río gracias a un pantalán reformado y una instalación versátil.
Mª José Pedrosa, gerente del IMD, acompañada por el director del Distrito Triana, Rafael Muñoz; y miembros de la Unidad de Proyectos, era la encargada de mostrar a los usuarios potenciales la ampliación de la zona para almacenaje de embarcaciones, así como las mejoras a realizar (duchas, oficinas, taquillas, accesos...), programadas para el último trimestre del año. En el primer caso, se han colocado tres caracolas con capacidad estimada para unas 200 embarcaciones, una para 40 y dos para 80, que no han sido del total agrado de los implicados.
De momento, los clubes Colunga y Veteranos de Remo y Piragüismo ya se encuentran instalados, a falta de que lo hagan el Club Piragüismo Triana, el Kayak-Polo Hispalense y el Kayak Sevilla. Sólo en el caso de los trianeros, sus cerca de 200 embarcaciones, cifra estimada después de sus últimas adquisiciones, ponen en serie duda la capacidad de la instalación propuesta por el Ayuntamiento como alternativa a su permanencia en las instalaciones de Arjona, prácticamente en la orilla contraria, enfrente del Paseo de la O.
La opción de almacenar los botes de canto, propuesta por el IMD para solucionar este problema de capacidad, se antoja insuficiente para los clubes, que en su afán por colaborar apuntaban posible mejoras de las estanterías para intentar maximizar el espacio. Y ello sin contar con las mayores dimensiones de los botes de remo o las embarcaciones dobles y cuádruples (C-2, K2, C-4 K-4).
Asimismo, la aglomeración de los aproximadamente 400 usuarios que pudiera tener el local acarrea dudas de logística de otro tipo, como el uso compartido de material en el gimnasio o la inviabilidad de contar con sólo dos duchas. El propio director del Distrito Triana lo ratificaba con sus palabras al afirmar que ahora "sólo queda esperar para recepcionar solicitudes hasta que se acabe el espacio". "¿Y cuando se acabe, si no cabemos todos?", respondían los palistas.
En este sentido, Máximo Vela, presidente del Club Piragüismo Triana, cuestionaba la capacidad para albergar a todos los implicados y el elevado y prohibitivo coste que en el caso de su entidad puede suponer tener que pagar un precio fijo por embarcación al mes. "En nuestro caso se dispara al tener unos 200 barcos, lo que no nos permitiría trasladarnos desde la calle Radio Sevilla. Además, a diferencia de los clubes que estaban en los bajos del Paseo Marqués de Contadero, nuestra ubicación en la calle Radio Sevilla no está afectada por la creación del Centro de Atención Integral del Visitante, por lo que no tenemos por qué abandonar nuestra sede. Además, de los cinco clubes somos el único federado, y con resultados importantes a nivel andaluz, nacional e incluso internacional, algo que debería tener en cuenta el Ayuntamiento".
A pesar de estos inconvenientes, y aceptando la propuesta de traslado, siempre con unas condiciones económicas acordes a la capacidad de las entidades, el propio Máximo Vela solicitaba a la gerente del IMD garantías por escrito de la permanencia en un futuro en dichas instalaciones. Y es que éstas podrían verse afectadas por la reestructuración de la zona por la Torre Pelli, sin contar con la cercanía de las elecciones municipales y el posible cambio en el gobierno de la ciudad y su política en relación al deporte en general y la dicha instalación en concreto. "La misma que para cualquier usuario municipal", fue la respuesta de una Pedrosa que no dejó satisfechos a los presentes, creando más incertidumbre.