
Tras la celebración del pregón de las glorias, por el joven Álvaro Carmona el Simpecado de la Hermandad del Rocío, que presidió en el Altar del Jubileo de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla, emprendía el regreso a su sede de la corporación del Salvador. Entronizado en su carreta de plata, tirada por bueyes, partió del templo catedralicio por la misma Puerta de Palo, a diferencia del recorrido de la ida, bajo multitud de sevillano que esperaban a la salida del Simpecado de la Catedral y transitar así por las calles del centro de Sevilla. En el cortejo estuvieron presentes todas las Hermandades de Gloria y algunas de penitencia y corporaciones filiales rocieras, para llegar al Ayuntamiento hispalense, donde le esperaba la corporación municipal para rendirle honores a la patrona de Almonte de la Hermandad del Salvador. El exorno floral de la carreta fueron compuesta por gitanillas de todo los colores, acompañado por un grupo de tamborilero delante de la comitiva abriendo paso, interpretando Sevillanas y diferentes composiciones, así como el coro rociero de la Hermandad delante del Simpecado cantando su repertorio rociero. Desde la salida de la Catedral hasta el Ayuntamiento, la parte musical detrás de la carreta, fue la Banda de la Unidad de Música del Cuartel General de la Fuerza Terrestre de la Región Sur ?Antigua Soria 9?, que interpretó distintas marchas militares y pasodobles, bajo la dirección de su director titular el Capitán Manuel Bernal Nieto.

