El hogar navarro celebró su particular chupinazo en el emblemático barrio de Triana, a un millar de kilómetro de la tierra que lo vio nacer. Uniendo así la sintonía que hace estos navarros por sus fiestas y tradiciones, encarnada en el hogar navarro de Sevilla. Acto que desarrolló en el bar Dulcinea en Triana de nuestro asociado pamplonés Diego, un navarro y ex corredor de encierro de las Fiestas de San Fermín Delante del televisor de dicho bar.se unieron de este modo los socios de la casa de Navarra a la apertura de la fiesta del Patrón de Pamplona el día del chupinazo. El chupinazo fue lanzado desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona emplazada en la Plaza Consistorial en el casco antiguo que es el lugar desde el que se lanza el chupinazo que da comienzo a las Fiestas de San Fermín cada 6 de Julio a las 12:00horas. Minutos antes del comienzo del chupinazo, los navarricos, levanta el pañuelo rojo en honor de su patrón, cantando sus coplas de su tierra. Una vez celebrado el chupinazo, al grito de Viva San Fermín y Gora San Fermín, empieza la fiesta, se anudan el pañuelo rojo, ocupando su sitio en el cuello o como la imaginación y la moda lo estime oportuno. A continuación hubo un ágape con chistorra y calimocho español (vino con coca cola) junto con las canciones de la tierra. Después hubo un almuerzo de confraternidad, regado con un bien vino procedente de la comunidad Foral de Navarra.
Foto Antonio Rendón Domínguez