En estos días el centro de Sevilla se llena de personas animadas por la oferta de luz y color que tienen las calles. A veces algunas calles como la avenida de la Constitución se hacen prácticamente intransitables. A estos hay que añadir la dificultad que tiene el tranvía para circular. Lo que no se entiende es que en los momentos de máxima aglomeración salgan a la calle las máquinas barredoras de LIPASAM.