Llama la atención ver a una máquina barredora en calles peatonales del centro de Sevilla, intentado hacer su trabajo de limpieza, en horas que hay mucho público por la calle. En primer lugar es un riesgo para los peatones y en segundo lugar la máquina no puede hacer bien su trabajo porque tiene que pararse continuamente para no atropellar a los peatones. Estas tareas que generan riesgo y ruido (contaminación acústica) para los ciudadanos, se deben hacer en horarios de mínima afluencia de público y siempre con la máxima seguridad para los peatones.