Sí, el Chupinazo marcó el inicio de las fiestas de San Fermín. El “Pobre de mí” indica el punto y final de los festejos que han llenado Pamplona de fiesta con pasacalles, toros y mucha música.
La colonia de Navarra residente en Sevilla y socios del hogar navarro que preside José Miguel Valderrama Esparza, juntos celebraron el “Pobre de mi” en el bar Gastrobar Giralda (sito frente a la gasolinera de El Plantinar, en la Avenida de Ramón y Cajal), parar vivir sincronizado a través de la televisión de una pantalla gigante con la plaza del Ayuntamiento de Pamplona, que estaba llena de pamplonese/as y foráneos.
En la fiesta del pobre de mí, se celebró con un suculento menú de la cocina tradicional de Navarra como txistorras, piquillos al ajillos, magra con tomate y huevo, o el rico bacalao ajoarriero y huevo regado con el vino de la tierra pamplonesa.
El “Pobre de mí” es un canto en el que se reúne la inmensa mayoría de los pamplonicas y navarros y van cantando a las doce de la noche del día 14 de Julio, con una vela en las manos y cantando la popular canción pobre de mí, pobre de mí que se han acabado las fiestas de San Fermín, entre medio todo el muestrario de canciones san fermineras y el ya falta menos para que llegue el siguiente San Fermín claro. La gente está triste porque todo se acaba y vuelve la rutina, pero también está deseando que se acabe porque no pueden más. En realidad el pobre de mí es la culminación de todo un día de despedida de las peñas en la plaza por la tarde. No obstante, también se repetirá varias veces el estribillo de “Ya falta menos para el siguiente San Fermín” y se despide con la luz de una vela en la mano.
Antonio Rendón Domínguez