La sala del Colectivo cultural Espacio Vacío, ubicada en El Chusco, ofrece estos días una nueva obra de Miguel Cabeza Boza relacionada con la historia, la naturaleza y las tradiciones de Chipiona. En esta ocasión, recrea en dos grandes maquetas los corrales de pesquería de la localidad, construcciones milenarias de gran valor etnográfico.
Hasta el próximo 5 de febrero puede visitarse esta muestra con los corrales La Longuera, Trapillo, Cabito, Nuevo, Canaleta, Chico, Hondo, Mariño o los tristemente desaparecidos La Cuba o Camarón. Todos ellos fielmente recreados por la mano de Miguel Cabeza, como el año pasado ya lo hiciera en su exposición sobre las tradicionales chozas.
Los corrales de pesquerías son un arte de pesca, casi genuinamente chipionero, constituido por cerramientos artificiales realizados con piedras ostioneras y que tan solo utiliza las bajadas y subidas de la mareas y el ingenio humano para conseguir alimentos del mar.
Al magnífico trabajo de Miguel Cabeza se ha sumado la colaboración de la Asociación de mariscadores de corrales “Jarife”, así como el aporte de información del libro “Los corrales de pesquería en Chipiona” del Cronista de la Villa, Juan Luis Naval Molero, y varias maquetas de barcos realizadas por Julio Bornay.