En la puerta del Ayuntamiento de Sevilla se organizó un escenario con unas sillas para que los viandantes pudieran disfrutar de un singular concierto en la vía pública. La sombra de los naranjos ayudó a que los asistentes estuvieran más confortables en este espacio público. La sombra vegetal la sombra de más calidad y la más barata.