El imaginero puede tallar su obra al completo, diseñando el conjunto de ropaje, mantos y objetos con los que se desea representar a la imagen en una posición determinada e inamovible. Antiguamente el pintor era el encargado de aplicar los diferentes colores, es decir, policromar a la talla con dibujos de flores, símbolo y estofados que realzan las vestimentas. O bien puede realizar la imagen de vestir con el cuerpo anatomizado o reduciendo su estructura interior a un bastidor de listones. El imaginero muestra su arte así en la mascarilla del rostro, manos y pies, completándose la talla al vestirla con un ajuar de túnicas, saya y mantos bordados, potencias y corona de oro o plata. Los encargados de aplicar estos complementos son los “vestidores” y “camareras de la imagen, que ofrecen una versión distinta de la obra cada vez que la preparan. La vestimenta de las imágenes depende de cada hermandad que marca una determinada estética e idiosincrasia que debe ser seguida por su vestidor.
Para la época estival, la Santísima Virgen de la Esperanza de la Hermandad de Jesús el Nazareno de la ribereña localidad sevillana de Alcalá del Río, aparece así de guapa vestida junto a su hijo Jesús en el altar del evangelio de la Parroquia de Santa María de la Asunción de la mencionada localidad Ilipense. La Virgen marinera lleva un manto burdeos liso de terciopelo de Lion, saya burdeos bordada de terciopelo de Lion con pieza de una saya anterior de las hermanas Antúnez, pasada restaurada y enriquecida por los talleres de bordados de la localidad sevillana de Salteras. A la cintura cotilla de piezas bordadas en oro del taller de Mariano Santoja y fajín de pasamanerías. Realzando su bello rostro blonda de seda de Caen en tono perla. Pañuelo de encaje de punto de rosa. Corona de plata sobredorada del Siglo XVIII. Broche de oro con su nombre y cruz con piedra preciosa y rosario de plata y aguas marinas. También un broche de plata sobredorada con ancla y salvavidas regalo de un devoto.
La Priostia de la corporación del Miércoles Santo, comenzó el cambio de vestimenta en tiempo estival a mediado de julio de su titular mariana, a las orden de su magnífico y originalidad vestidor Francisco Ruiz Muñoz.
Foto Antonio Rendón Domínguez.