Han pasado ya casi cuarenta años desde que se comenzó a diseñar el proyecto de Urbanización de La Laguna de Regla en Chipiona, posiblemente más de la mitad de la población actual de Chipiona no conoció como era esta zona o humedal de nuestro pueblo, a todos ellos le dedico este estudio sobre ella.
Decía Fray Diego Carmona Bohórquez en su libro "Historia Sacra" escrito sobre 1640 de las lagunas de Chipiona: <<Tiene algunas lagunas notables de infinitas aves, en particular una que llaman la Grande, pues no envidia la laguna de soñar en todo general de cosas cuando es año de aguas. Ha sido esta laguna Grande, (coto cerrado) de la caza del Señor Duque de Medina, donde venía a volar sus garzas, las cuales cría infinitas.
Al decir Carmona Bohórquez, “algunas lagunas”, quería decir que existían varias. En base a este apunte he podido localizar los siguientes datos o informaciones sobre ellas, datos que nos han ido apareciendo en las actas del Ayuntamiento de Chipiona conforme las hemos podido ir transcribiendo.
En 1841 un grupo de diez personas hacen un escrito al Ayuntamiento, para que éste <<pida a los dueños colindantes con la Laguna de Regla para que ésta se desagüe>>.
Esta Laguna "Grande" ó Laguna de "Regla", que en un principio perteneció al Duque de Medina-Sidonia, posteriormente formó parte de los bienes propios de Chipiona, pero fue vendida a particulares en fecha poco anterior a 1861, según acta Ayuntamiento, ya que en agosto de 1856 se recibió en éste un Boletín Oficial en el que se anunciaba la subasta de los propios de esta villa, entre ellos el de La Laguna de Regla. A este Boletín contesta el Ayuntamiento con un expediente diciendo que no debe venderse estos baldíos: <<ya que sirven para el pasto de los animales de Chipiona>>.
En 1881, Dª Concepción Crespo y Suárez pide que le deslinden la Dehesa de la Laguna que tenía, de Regla, dice que tiene 52 aranzadas y tres cuartas o lo que es lo mismo 23 Ha y 59 áreas.
D. Miguel Espinosa Pau en su libro titulado “Cæpionis Turris” describe la Laguna de Regla de esta forma: <<Paralelamente a la playa y desde el avance de Camarón con dirección al Sur, se halla el lugar llamado "Laguna de Regla". La constituye una bastante extensa depresión del terreno de forma muy irregular por las muchas ondulaciones de la línea de su contorno. Su longitud se aproxima mucho a los 1.800 metros; su anchura muy variable, pues si por parte tiene unos 400 metros, por otras se reduce a 100 ó poco más. Los numerosos y anchos médanos que la separan de la playa, impiden ver que el bancal de la tierra de bugeo no existe por esta parte; es que el terreno, si no más bajo, al menos está a igual nivel de la playa. El mar ha debido hacer innumerables veces entrada en este lugar en sus flujos, razón por la que su terreno es salitroso.
Esta depresión hace que las aguas de lluvias se acumulen en su recinto, las cuales, no pudiendo tener una total salida al mar porque también lo impiden los médanos, los dueños de los campos colindantes, en evitación de que se les inunden sus fincas, se han visto siempre, como se ven en la actualidad, obligados a abrir hondas canaletas por entre estos médanos para aminorarlas algún tanto; pero también los médanos impiden que continúen entradas del mar por los flujos y debe hacerse notar que la altura dada por la arena a esta parte de costa accidental, no es real, sino ficticia y accidental.
El arrastre de materiales que las aguas de lluvias han traído de otros lugares y la arena volandera que el viento de poniente ha hecho caer durante largos siglos no ha sido suficiente aún para poner el fondo o suelo de esta laguna a mayor altura. Esto nos hace ver que la Naturaleza, si bien obra en muchos casos rápidamente, no son menos en los que obra con extrema lentitud>>.
Existieron otras lagunas en Chipiona que fueron desapareciendo a través de los años por diferentes motivos entre ellas la "Laguna de la Ballena”, de la que hace mención un acta capitular de 1642, donde se acordaba <<que se vendan los montes, cepas y ramas de la Laguna de la Ballena hasta la Galera, pozo del Alcubilla y sus veredas y Grajuela>>.
Otra de estas lagunas se denominaba la “Lagunilla de Domingo Benito”, que también quedó reflejada en esta acta de 1641 que dice así: <<Acordaron que se pregone un pedazo de monte que está señalado en el sitio de Baldecaroche, linde de la Lagunilla de Domingo Benito y camino que de esta villa va a la de Rota y el monte que tiene puesto Francisco Ruiz>>.
También se menciona en las actas ”La Laguna de las Manchuelas" de la que queda constancia de ella en un acta capitular de 1850 donde se habla de que D. Rafael de Esquivel en representación del Gobernador de la Provincia, dice que: <<deben darle mayor contribuyente a esta laguna con la condición de que la desagüe. Dos concejales dicen que esta laguna está muy lejos del pueblo y que no atenta contra la salud pública y que para desaguar la laguna tendrían que ir las aguas para Los Llanos con el perjuicio que tendrían los propietarios de los campos por donde pasara el agua y que esta laguna tendrían que desaguarla todos los años>>.
Otra era la “Lagunilla”, situada en la entrada de Chipiona por la carretera de Sanlúcar, también desaparecida, a raíz de la última inundación de las aguas provenientes de la Dehesa de Hidalgo, tras la anulación del arroyo Antonaria y la creación del canal a través del Pinar de Peritanda.
Existieron también y han existido prácticamente hasta hace tres décadas “Las Lagunetas de Meca”, en el Pago de Meca. La “Laguna del Toro”, La “Laguna de Peritanda”, en lo que hoy es el Pinar de Peritanda, y tal vez algunas más de las que no nos ha quedado constancia o al menos no la hemos encontrado aún.
Con estos datos, podemos ver que el término de Chipiona en poco menos de dos siglos ha cambiado de ser un lugar húmedo y con una vegetación extensa a base de pinares y viñas a lo que hoy día todos conocemos.
Juan Luis Naval Molero. Cronista de la Villa de Chipiona.
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