La jugadora del C.W. Dos Hermanas, convocada por la selección juvenil el pasado verano, se aferra a la progresión del cuadro sevillano para lograr la permanencia en la División de Honor, “un sueño hecho realidad” para la quinteña.
A pesar de que aún le faltan casi dos meses para superar la barrera de los 16 (Sevilla, 5/2/2001), María Roldán puede presumir de ser toda una veterana en la máxima categoría nacional del waterpolo, en la que debutara con 13 años con el C.W. Dos Hermanas. La jugadora del barrio de Montequinto, con creciente protagonismo en la División de Honor, en la que suma seis tantos en otros tantos partidos esta temporada, confía en la progresión del estandarte andaluz de la disciplina para sellar a final de curso una nueva permanencia.
-Cuarta temporada que juega en División de Honor con sólo 16 años…
-Empecé con 13 años, gracias a la confianza que depositaron en mí el que era entonces mi técnico en Liga Andaluza, Álvaro Moreno; y mi entrenador del equipo de División de Honor, Javier Cortés, a los que estoy muy agradecida por todo lo que me enseñaron y ayudaron.
-¿Qué recuerda de su debut en la máxima categoría?
-Mi debut en la máxima categoría fue el 13 de diciembre de 2014 en casa contra el A.R. Concepción Lineal, al que ganamos 11-8. Ahí solo tenía 13 años. Recuerdo que antes y durante el partido estaba muy nerviosa y súper ilusionada por poder jugar al lado de una gran deportista como es Lorena Miranda. Después, como premio, Javier Cortés me convocó para jugar la Copa de la Reina. Ésa fue la primera vez que jugué en Barcelona.
-¿Cómo empezó en el waterpolo?
-Empecé probando, ya que era el único horario en el que mis padres me podían llevar. Así que si quería seguir haciendo un deporte de agua, no me quedaba otra que probar.
-Y siempre ha militado en el C.W. Dos Hermanas.
-Por supuesto. Eso sí, este año me ofrecieron jugar en otro equipo de máxima categoría, pero finalmente decidí quedarme aquí, con mi equipo y mi gente.
-Se entiende que orgullosa de pertenecer al estandarte del waterpolo andaluz, una gran familia.
-La verdad es que es todo un orgullo haber crecido y formarme escalafón tras escalafón en el mejor club femenino de waterpolo de Andalucía, y por supuesto pertenecer al primer equipo de dicho club, que compite a nivel nacional con las mejores del mundo. En definitiva, un sueño hecho realidad.
-Y cada vez con más galones en el primer equipo.
-Bueno, es muy difícil no echarse al agua sin responsabilidad, pero eso es algo que creo llevamos todas y cada una de las que conformamos el equipo.
-Compartir equipo con una subcampeona olímpica y campeona mundial y europea como Lorena tiene que ser un grado para las más jóvenes, ¿no?
-Por supuesto. Como he dicho al principio, Lorena es un referente para mí, una persona a la que quiero y admiro.
-El pasado verano recibía su primera convocatoria con la selección española. Lástima que se quedara fuera de la lista final para el Europeo, que finalmente se conquistara.
-Lástima, pero era algo muy complicado, ya que había jugadoras con muchísima calidad. De hecho conquistaron el oro. Pero fue una bonita experiencia, aunque bastante dura, de la que me traigo muchas amigas y bastantes cosas nuevas aprendidas.
-El objetivo con el Dos Hermanas está claro: la permanencia.
-Sí, otro año más lucharemos por la permanencia. En esta ocasión con ayuda de nuestro entrenador, Tiago. Él y el equipo conformamos uno solo y entre todos trabajaremos a fondo para conseguirlo.
-Pero de paso seguir formando jugadoras, como lo demuestra la base de canteranas que forman el equipo de División de Honor.
-Creo que la cantera es lo más importante de un club, porque sin ella el primer equipo no puede crecer. Por eso hay que cuidarla y premiarla para incentivar los esfuerzos.
-De momento, un solo punto y octava posición a la espera de los partidos decisivos ante rivales directos.
-Lo importante no es cómo se empieza, sino cómo se termina. Todavía queda mucha liga y estos partidos previos nos han aportado aprendizaje. Lástima de los dos puntos que se nos escaparon fuera ante el Rubí. Ahora vienen choque más asequibles para nosotras, pero eso no significa que sea una tarea fácil. Hay que jugarlos y pelearlos igualmente.
-Montequinto debe ser un fortín en esos partidos como local.
-Claro. Aprovecho para invitar a todo el que no haya visto este deporte en directo a que venga a vernos a la piscina de Montequinto. Es un deporte en equipo fascinante que sorprende a todo el que lo ve por primera vez. De esta manera, ayudamos a que se conozca y a lo mejor algún día deja de ser un deporte minoritario.
-A título personal, ¿cuáles son sus retos?
-Ahora mismo, uno de mis retos es coger todos los sprints de todos los partidos. Para ello todavía tengo que mejorar mis marcas en natación.
-¿Algo pendiente?
-Desde aquí quería agradecer a todos los profesores de mi colegio, Calasancio Hispalense, la comprensión y esfuerzo para ayudarme, y también a todas las instituciones, tanto privadas como públicas, que con su valiosa ayuda hacen que este deporte sea posible.