- Ponentes como Victor Stoichita, Felipe Pereda, Javier Portús, Peter Cherry, James MacDonald, Manuela Mena, Fernando Marías, Bartolomé Yun, Xhante Brooke y Guillaume Kientz han explorado al artista sevillano desde perspectivas insólitas
El Congreso Internacional de Año Murillo se clausuró este jueves tras cuatro días de conferencias, debates y visitas que, destacan los participantes, nos devuelven una nueva imagen del maestro, despojada al fin de prejuicios y fabulaciones y abordada desde perspectivas insólitas como la literatura, la economía, la familia en la Sevilla barroca, etcétera.
El delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, encargado de cerrar la cita en el Hospital de la Caridad, declara que este Congreso, “una de las iniciativas más ambiciosas de Año Murillo”, ha supuesto “un antes y un después” en el conocimiento del maestro y su tiempo. “Es algo insólito que un Gobierno local dedique su esfuerzo a celebrar un encuentro de estas características con más de 50 ponentes internacionales. Estos días hemos redescubierto a Murillo desde la Historia del Arte, por supuesto, pero también desde otros ámbitos menos habituales como la literatura, la economía, la sociedad barroca… Gracias a este enfoque multidisciplinar, “el reflejo de Murillo del que ahora gozamos es más nítido y completo que nunca”, agradeció tras la brillante ponencia que ofreció Victor Stoichita en torno a los velos de Murillo y a la sensualidad femenina en algunas de sus pinturas.
En efecto, los esfuerzos académicos e investigadores de Año Murillo tienen como fin despojar al maestro de los falsos mitos a los que ha estado sometido históricamente y llegar más lejos en el estudio de su peripecia vital, su producción y su tiempo con el rigor como norma. “El objetivo está sobradamente conseguido con este Congreso”, ha ampliado el delegado.
Según el director científico del Congreso, Benito Navarrete, “hay una sensación generalizada de que el nivel de las ponencias ha sido muy alto. Además de los debates tan enriquecedores que han surgido al final de cada una de las cuatro jornadas, podemos afirmar que estamos ante una nueva interpretación de la figura del maestro. Estas investigaciones nos confirman que Murillo no es un personaje tan fácil como nos han hecho pensar”.
En este sentido, destaca el estudio que el propio Navarrete ha presentado en el Congreso en torno a la obra de Jacob encargada a Murillo por el marqués de Villamanrique y que se expuso en Santa María La Blanca. “Los paisajes que aparecen están íntimamente relacionados con la no mancha de la Concepción, lo que demuestra que hay una intencionalidad en todo lo que hace Murillo y que su discurso es el de la sociedad en la que le tocó vivir, de modo que no podemos entender su obra sin atender a criterios políticos, sociales, religiosos…”.
Otra de las cuestiones que se ha puesto de manifiesto estos días es la virtud de Murillo como gran comunicador de todos esos discursos de su tiempo, como “el mejor narrador de historias de la pintura española antes de Goya”, según destacó en la conferencia inaugural Javier Portús, conservador jefe de Pintura Española (hasta 1700) del Museo del Prado.
Entre las ponencias también ha destacado la de Xavier Salomon, conservador jede de la Frick Collection de Nueva York, dedicada a los retratos de Murillo, un asunto escasamente abordado por los historiadores. La Frick y la National Gallery de Londres han coorganizado una exposición en torno a esta temática con la que se suman al cuarto centenario del maestro. “Para esta muestra reunimos por primera vez desde 1709 los dos únicos autorretratos conocidos de Murillo”, señala.
Otra de las conferencias que se han adentrado en terrenos no transitados hasta la fecha es la ofrecida por José Ramón Marcaida López, de la Universidad de St. Andrews, en la que la noción de ingenio ha servido de hilo conductor para explorar la pintura de género de Murillo desde una perspectiva interdisciplinar que ha incluido referencias a la ciencia, la filosofía, la literatura y la cultura visual de la época. El examen de Marcaida López ha incluido el ingenio y las mañas de Murillo en tanto que elementos clave para la gran acogida de sus pinturas, así como la imagen que quiso proyectar de sí mismo a través de ellas. Su ponencia se enmarca en un proyecto de investigación financiado por la Unión Europea con sede en la Universidad de Cambridge dedicado a estudiar el ingenio en la edad moderna.
Muy interesante resultó también la charla de Bartolomé Yun, de la Universidad Pablo de Olavide, centrada en las representaciones del hijo pródigo tanto del Hospital de la Caridad como de la serie de la National Gallery de Dublín. Su ponencia abunda en la idea de situar a Murillo como parte de un contexto social y mental no sólo sevillano sino de la Europa de entonces. “Estudio cómo las tensiones de la familia del XVII se reflejan en el hijo pródigo y cómo los espectadores de la época lo leían desde la perspectiva de su familia y de la necesidad de autocontrol de las pasiones y del gasto económico que se hace en función de esas pasiones. La idea más novedosa es que esto nos permite contextualizar la parábola en el discurso moral de la época y en la familia del siglo XVII. Hablamos de una familia que necesita actuar como una unidad y que, al mismo tiempo, es jerárquica y desigual, de modo que funciona como un nido de conflicto”.
“Si ponemos esta iconografía en el contexto de manifestaciones literarias de la época, vemos que Murillo habla de algo que es muy cotidiano para los sevillanos y para todos los europeos. Él es el pintor de la Contrarreforma, está absorbiendo los problemas de la época y lo hace de forma consciente, pues la elección iconográfica no parece casual. No obstante, lo que hace es transmitir una idea que está inmersa en la sociedad”, añade Yun.
El Congreso también ha contado con interesantes intervenciones por parte de instituciones andaluzas, como el Museo de Bellas Artes, el IAPH y la Universidad de Sevilla, y ha servido de marco para presentar los dos primeros títulos de la colección de publicaciones de Año Murillo, ‘Corpus Murillo’, de Pablo Hereza, y la reedición del clásico ‘La fortuna de Murillo’, de María de los Santos García Felguera.
Además, ha habido lugar para exclusivas, como la desvelada por James Macdonald, de Sotheby’s, en su charla, durante la que contó que el ‘Ecce Homo’ de Murillo que se subastó en la prestigiosa casa británica volverá a España tras su adquisición por parte de una colección nacional el pasado mes de julio.
Otra prueba del éxito de la propuesta es la cantidad de personas que, más allá del mundo académico, ha visionado las ponencias y debates vía streaming, lo que demuestra el interés que Murillo despierta en la sociedad. Durante el Congreso, Año Murillo seguía sumando cifras récord a sus diferentes eventos: mientras se han alcanzado estos días 600.000 visitas, la muestra ‘Murillo y su estela en Sevilla’ superó el miércoles las 50.000, un dato que la convierte en la más vista de la historia del Espacio Santa Clara.
El nuevo Murillo descubierto a la luz de este congreso se define como una persona culta, con unos comitentes igualmente cultos que le contratan por el poder que tienen sus imágenes y la facilidad con la que llega al público. Sin embargo, más allá de su capacidad de empatía, esta cita académica ha puesto de manifiesto su conocimiento del medio, su altura intelectual y el complejo fondo que encierran sus pinturas.
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